Zacatecas, Zac.- Mientras la exgobernadora Amalia García Medinaacusó al gobierno que le sucedió de dejar un estado muy frágileconómicamente y con un alto deterioro en materia de seguridad,Miguel Alonso Reyes respondió que “algunas cosas que seseñalaron están viciadas de una falta de ética, dedeshonestidad, al pretender endosar errores y desaciertos, deevadir la responsabilidad que cada quién debiera asumir de lo quese vivió, en lo que le tocó enfrentar”.
El debate que en materia de la inseguridad enfrenta el estado sedio en el espacio informativo del periodista Francisco ElizondoViramontes, donde también opinaron del tema los exgobernadoresArturo Romo Gutiérrez y Genaro Borrego Estrada.
Amalia García Medina
Indicó que “en el caso de Zacatecas, lamentablemente, y dueledecirlo, el actual gobierno se encontró una situación muyfrágil, en la cual hay pocos instrumentos para poder ejercer todasu capacidad, para poder canalizar recursos a educación, a empleo,a mecanismos para avanzar en seguridad, por la terrible y enormedeuda que le deja el anterior gobierno, cerca de ocho mil millonesde pesos”.
Es una deuda histórica insoportable, y ha puesto al Gobierno deZacatecas en una situación de enorme debilidad, contra la pared,en muchos casos, porque no hay la capacidad económica para hacerlefrente a algunas de las causas sustanciales que están generandoeste deterioro del tejido social.
Los siete mil millones de pesos dejados de deuda por el anteriorGobierno lo pone en una situación realmente muy complicada.
Los gobiernos en turno tienen su propia responsabilidad y tienenque responder ante su momento.
Pero también es cierto que el actual Gobierno lo que recibiófue un estado con una condición no solamente muy frágileconómicamente, y es muy difícil salir adelante, pero además lorecibe con un enorme deterioro en materia de seguridad.
Hay hechos muy dolorosos en donde el gobierno anterior, en dondeel gobernador Miguel Alonso vivió hechos muy duros, pero al mismotiempo empezaron a lesionar gravemente a la población enZacatecas.
Asuntos gravísimos como el de los cazadores de Joaquín Amaro,que fue un hecho nacional e internacional, y que generaron granpreocupación, no fueron esclarecidos.
A unas cuantas cuadras de Palacio de Gobierno de Zacatecas elsecuestro del presidente de la Unión Ganadera Regional, en plenocentro, en pleno día.
Se vieron, como nunca antes se había visto en la historia deZacatecas, en los puentes, personas privadas de la vida, colgadas,y son sólo algunos de los hechos que se dieron en el sexeniopasado.
Había un ambiente, bajo el cual recibe el gobernador AlejandroTello la entidad, de mucho deterioro, él recibe el estado en unacondición muy frágil, en materia económica, y en materia deseguridad.
“La decisión que tomé fue que había que capacitar y tenermecanismos para hacerle frente a este hecho tan doloroso (lainseguridad) con profesionalismo”.
Una parte de los servidores públicos que fueron capacitados enun alto nivel finalmente fueron perseguidos o fueron despedidos,como el caso del subprocurador de Justicia, Alberto Gaytán.
La fuga de los 56 internos del Cereso de Cieneguillas se diounas semanas antes de las elecciones, “y yo siempre he tenido lapercepción de que hubo una decisión política para lesionar alGobierno del Estado de Zacatecas, que en esos momentos era unGobierno con una altísima aceptación, con un gran respaldo, ysiempre quedará en mí la duda de una intención política”.
Lamentó que todo aquello que se avanzó en conjunto con laautoridad federal, que no haya sido posible que se tuviera una solareunión con el gobernador electo, Miguel Alonso, específicamentepara el tema de seguridad.
Amalia García dijo que se diseñaron estrategias y se fueactuando, el asunto es que cuando un estado deja suelta lacapacidad de mando, de conducción y de contención, tanto en elámbito de la seguridad, como percibo que se dejó en el sexeniopasado desde el principio, y por eso se desbordaron hechos que nose habían dado antes, por supuesto que lo que se generó fue unambiente de inseguridad, que hizo que el propio gobernador y sufamilia, en el sexenio pasado, decidieron que había que contar conguardaespaldas y con vehículos blindados para poder protegerseante esta ola de inseguridad.
Miguel Alejandro Alonso Reyes
Me parece verdaderamente lamentable que se haya aprovechado parabuscar sin elementos, sin fundamentos, con imprecisiones en algunoscasos y, en otros, con falsedades y mentiras señalar cosastotalmente fuera de la realidad.
El problema de la inseguridad es multifactorial, abarca a losmunicipios, a los estados, y al país entero, por lo que viene adetonar que a veces se opina de oídas o que no se tiene laclaridad con elementos fundados, de lo que se ha hecho en losúltimos años en la entidad y a veces pareciera que se queda unpoco la idea en la visión de hace 30 años.
Con lo señalado por la señora Amalia García “quedéverdaderamente anonadado”, de las palabras que ella dijo, sobretodo en materia de señalamientos y de descalificaciones fundadosen la absoluta falsedad.
Consideró que es una falta de respeto a la memoria y a lainteligencia del pueblo zacatecano, el tratar de borrar loserrores, las fallas, que en su momento se cometieron en laadministración anterior a la que encabezó, en esta materia tandelicada como lo es la seguridad pública.
En ello, algunas cosas que se señalaron están viciadas de unafalta de ética, de deshonestidad, al pretender endosar errores ydesaciertos, de evadir la responsabilidad que cada quién debieraasumir de lo que se vivió, en lo que le tocó enfrentar.
Se aprovechó el espacio para cargar la mano sin elementos y sinfundamentos.
En el tema de esta enorme deuda, efectivamente los zacatecanosrecibimos una enorme deuda pero de Amalia García, y se refiereprecisamente a partir de una deuda que fue registrada en laSecretaría de Hacienda de manera tramposa, solamente por un montoaproximado de 650 millones de pesos, cuando la realidad de losadeudos que se recibieron en 2010 fueron superiores a los cinco milmillones de pesos.
Se incluye en todo este tipo de deuda no registrada, lo quefinalmente fue parte de lo que les tocó enfrentar, por un lado, elPPS de los edificios de Ciudad Gobierno, una obra que se recibióen etapa gris, sin servicios y cuya deuda estaba contratada parapagarse a más de 20 años a empresarios que la construyeron con elequivalente al pago mensual por mantenimiento de un millón dedólares mensuales.
Esto, además, estaba contratado a cargo de las participacionesfederales, lo cual todavía parece más ofensivo a los zacatecanos,si no se pagaban está equivalente a un millón de dólares al messe disminuiría de las participaciones federales.
Este contrato fue verdaderamente leonino, se enfrentó estetema, se reestructuró este problema para trasladar este PPS comoun instrumento privado, a deuda real, y que esta importantecantidad de inmuebles que fueron aprovechados, porque podríaperfectamente decir que esos inmuebles que él no hizo se quedarantirados, abandonados.
Se buscó la manera de concluirlo, de terminarlo y aprovecharlo,pero también reestructurar una deuda en una condiciónverdaderamente de desventaja para los zacatecanos, ya no solamentepara una administración.
Había adeudos al IMSS, al Infonavit, se dejó de pagar unaparte del Hospital General, créditos bancarios a Banamex y otrosbancos, a cortos plazos, infinidad de adeudos a contratistas yproveedores, que todavía un año después de haber entrado laadministración presentaron sus facturas que no habían sidoreconocidas y no habían sido pagadas.
La parte que a mí me correspondió estos siete mil 400 millonesde pesos, que finalmente fue como se entregó esta deuda, cerca del70 por ciento está compuesto por la deuda real que se recibió yel resto está compuesta por otros compromisos financieros que eraimportante asimilar, donde entra la inversión que se hizo en eltema de seguridad pública.
