Al ser considerada una actividad no esencial que lleva dos meses detenida, pero con un gran peso económico, la industria del entretenimiento debería tener acceso a estímulos gubernamentales para reactivar sus actividades en los próximos meses, asegura en entrevista con El Sol de México Morris Gilbert, director de la división OCESA Teatro.
“Desde luego que tendríamos que tener derecho (a acceder a algún programa de apoyo). Las personas tienen derecho a la cultura”, dice el productor, quien de la mano de OCESA y de su compañía Mejor Teatro ha traído a México algunas de las producciones escénicas más importantes del mundo.
Aunque ha estado en contacto con algunas autoridades capitalinas, como la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México y la Procuraduría Fiscal, admite que “desgraciadamente” existen muy pocos funcionarios que entiendan el valor del teatro. Y peor aún: hay muy pocos que siquiera hayan asistido a una obra, asegura.
Gilbert reconoce que en ambas dependencias ha encontrado apertura de parte de sus titulares —Alfonso Suárez del Real en Cultura CDMX y Edwin Meráz en la Procuraduría Fiscal—, pero también lamenta que gran parte de la plana política del país demuestre desinterés hacia las artes escénicas.
“Tenemos que ir de puerta en puerta y de funcionario y funcionario a buscar quién tiene algún tipo de empatía por el teatro, sabiendo que desafortunadamente les dices la palabra ‘teatro’ y la mayoría te dicen: ‘¿qué?’. Es una pena, es una vergüenza, honestamente lo es, pero es la realidad. No estoy diciendo nada ofensivo”, afirma Gilbert, quien ha producido centenares de obras como Los monólogos de la vagina, Defendiendo al cavernícola y ¡Si nos dejan!
En enero pasado, el gobierno de la Ciudad de México y un grupo de productores escénicos acordaron una deducción de 95.5 por ciento en el pago de los adeudos del Impuesto Sobre Espectáculos Públicos (ISEP), correspondientes a los ejercicios fiscales de 2017, 2018 y 2019, así como la exención total de las multas y los recargos generados por tal concepto en esos periodos.
Se llegó a ese convenio luego de que el gremio teatral pudo justificar su contribución cultural y social a la Ciudad de México, que es considerada la Capital Cultural de América por el propio gobierno de Claudia Sheinbaum.
“Llegamos a acuerdos adecuados para el todo el gremio, pero ahora habrá que renegociar una vez que pase (la crisis sanitaria), porque estos acuerdos que tomamos ya no podrán funcionar debido a esta situación. Tendremos que sentarnos con nuestros amigos de la Procuraduría a renegociar, pero fueron receptivos y nos atendieron bien en este tema que se perfilaba como un gravísimo problema”, comparte Gilbert.
También asegura que ha sostenido pláticas con el secretario Alfonso Suárez del Real en torno a la reapertura paulatina de los teatros y a las normas sanitarias que deberán seguirse en los recintos durante “la nueva normalidad”.
La semana pasada, el gobierno capitalino anunció que en junio o julio se activará el semáforo naranja, con lo cual podrán abrir teatros y cines al 50 por ciento de su capacidad.
“Por lo que hemos visto en otros países, la gente ya quiere salir del encierro”, dice Gilbert. “Encontraremos las medidas correctas y adecuadas para cuidarnos y a la vez disfrutar de una obra de teatro, porque el teatro es la verdadera comunión de los seres humanos, no es nada frívolo, es algo profundo y necesario”.
Morris Gilbert tiene más de 45 años de experiencia en la producción teatral. En su compañía Mejor Teatro, dice, emplea a centenares de personas, por lo cual espera que la reactivación de los espectáculos permita a las autoridades entender la importancia social, cultural y económica de las industrias creativas, entre las que se encuentra el teatro.
Las industrias culturales y creativas aportan el 7.4% del PIB nacional y brindan empleo de manera directa e indirecta a más de dos millones de personas, de acuerdo con un estudio elaborado por The Competitive Intelligence Unit y comandado por el economista Ernesto Piedras. De hecho, el mismo Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) reconoce que sólo el sector cultura aporta el 3.2 por ciento del PIB.
Es por esta razón que Morris Gilbert no ha parado sus actividades. La nueva producción que encabeza, Ghost. El Musical, arrancó la búsqueda de su elenco de manera digital debido a la pandemia de COVID-19. Las audiciones serán virtuales y el estreno de este musical —basado en la famosa película Ghost, la sombra del amor (1990)— está previsto para fines de año.
“Lo más lógico sería dejar el proyecto durmiendo, pero creo que eso no es lo que debemos hacer los teatreros. Debemos tener optimismo. Esto pasará como todo pasa en la vida. La obra pretende ser un mensaje de esperanza”, concluye Gilbert.
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