El regreso de Luis Miguel a los escenarios luego de cuatro años de ausencia, generó muchas expectativas, las cuales fueron despejadas la noche del pasado jueves en el Movistar Arena de Argentina, donde comenzó la extensa gira del cantante, algo que sorprendió y que para muchos es la confirmación de su actual situación sentimental es que cierra sus conciertos con la canción “Cucurrucucú paloma”, escrita por el compositor fresnillense Tomás Méndez Sosa.
Más allá de que la canción sea el homenaje de Luis Miguel a su actual pareja sentimental, la diseñadora Paloma Cuevas, esta composición tiene historia y está muy relacionada con Zacatecas y Fresnillo.
Su compositor, Tomás Méndez Sosa nació en el municipio de Fresnillo, en el estado de Zacatecas el 25 de julio de 1926; tuvo seis hermanos. El compositor recordaba que en su casa dormía junto a una ventana, desde donde podía ver las estrellas y la luna.
Comenzó a trabajar desde pequeño y, siendo adolescente laboró en una hacienda, ambiente que sin duda lo reflejó en sus canciones.
Tomás Méndez compuso en 1954 (tenía 28 años de edad) la canción “Cucurrucucú Paloma”, es un huapango, considerado un clásico dentro de la música regional mexicana.
Su título hace referencia al sonido que hacen las palomas, pero su letra hace alusión al mal de amores.
Para el año que Tomás Méndez escribió “Cucurrucucú Paloma”, ya había alcanzado el éxito, pues en 1952 había escrito
- La luna dijo que no
- Que me toquen las golondrinas
- Tres días
- Desafío
- Gorrioncillo pecho amarillo
- Huapango torero
y era interpretado por Miguel Aceves Mejía; Lola Beltrán; Pedro Infante, Amalia Mendoza La Tariácuri; Lucha Villa; Dolores Pradera, entre otros cantantes exitosos de la época.
La versión original de “Cucurrucucú paloma” fue grabada en 1956 por Harry Belafonte, hasta la fecha ha sido grabado e interpretado por muchos cantantes populares, incluso Barack Obama, siendo presidente de Estados Unidos, recomendó esta canción en su lista de verano de 2016, en voz del cantante brasileño Caetano Veloso.
Luis Miguel la interpretó cuando tenía 15 años de edad, en el programa de televisión “Siempre en domingo”, conducido por Raúl Velasco.
“Cucurrucucú paloma” es una de las canciones del regional mexicano que más se ha interpretado en otros idiomas, como el inglés, japonés, alemán, italiano; francés, árabe y portugués, entre otros.
Películas
En 1965 se estrenó la película “Cucurrucucú Paloma” protagonizada por Lola Beltrán, quien interpretaba a Paloma Méndez, una joven que llega a la capital del país con sueños de cantar a todos el amor que siente por su tierra y de dar a su madre una vida placentera, para muchos es parte de la historia personal de Tomás Méndez, quien también tuvo que migrar de Fresnillo a la Ciudad de México, buscando el éxito.
Pero también la canción ha sido tema o considerada en la banda sonora de películas como Escuela de Vagabundos; Hable con ella; Cómo destruir al más famoso agente secreto del mundo; El último atardecer; Happy Together; My Son, My Son; What Have Ye Done?; Eternamente comprometidos y Moonlight.
“Cucurrucucú paloma”, además ha tenido varios arreglos musicales que no demeritan la letra de la canción y ayuda a que sea interpretada y conocida por las nuevas generaciones y en varios países, tal y como ocurre con la versión que ahora interpreta Luis Miguel en sus conciertos.
Esta es la letra de la canción
Cucurrucucú, Paloma
Tomás Méndez Sosa
Dicen que por las noches
No'más se le iba en puro llorar
Dicen que no dormía
No'más se le iba en puro tomar
Juran que el mismo cielo
Se estremecía al oír su llanto
Cómo sufrió por ella
Que hasta en su muerte la fue llamando
Cucurrucucú, cantaba
Ja, ja, ja, ja, reía
Ay, ay, ay, ay, lloraba
De pasión mortal, moría
Que una paloma blanca
Muy de mañana le va a cantar
A la casita sola
Con sus puertitas de par en par
Juran que esa paloma
No es otra cosa mas que su alma
Que todavía la espera
A que regrese la desdichada
Cucurrucucú, paloma
Ay, ay, ay, ay, no llores!
Las piedras jamás, paloma
Qué van a saber de amores
Cucurrucucú, cucurrucucú
Cucurrucucú, paloma, ya no le llores