La noticia nos conmocionó, los titulares informativos se llenaron con la imagen de Stan Lee, después de todo ¿quién no conoce, por lo menos, a uno de sus superhéroes?, su trabajo en Marvel dio origen a una gran cantidad de figuras icónicas y populares para el comic y para la cultura, dentro del reconocido Universo Marvel proliferan personajes de todos tamaños, colores y formas, símbolos adoptados por los inadaptados para ser representados orgullosamente por su diversidad y diferencia, así fue como los X-Men, entre los más conocidos, se convirtieron en un ejemplo de lucha y auto reconocimiento por todas aquellas ‘rarezas’ que los hacen únicos, ¿cómo no mencionar la lucha de Charles Xavier por la armonía e igualdad entre humanos y mutantes?, una acertada analogía entre la lucha de Martin Luther King Jr. por el reconocimiento los Derechos Civiles de los afro descendientes durante la década de los sesenta, o el abierto activismo de Harvey Milk a favor de la igualdad de la comunidad homosexual en la década de los setenta, si bien es cierto que Stan Lee no escribió sobre realidades concretas también es necesario señalar el valor simbólico de sus superhéroes como parias sociales luchando por hacer los correcto y ser reconocidos como iguales.
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Con el último boom cinematográfico del Universo Marvel, muchos de los personajes de Lee han deleitado a las nuevas generaciones, tan necesitadas de símbolos positivos, pero la gran cualidad de esta revitalización de héroes es la plasticidad que tienen para adaptarse a las diferentes realidades contemporáneas, como todo buen símbolo, han mutado de acuerdo al contexto que los representa, no solo eso ha permitido que sean tan exitosos, ¡también son divertidos!, tan poco en serio se tomaba Lee, que no le importaba sacarnos una sonrisa boba en cada uno de los cameos que protagonizó en todas las películas de Marvel, él mismo es ya un ícono reconocible de la cultura popular y a pesar del tiempo, y las controversias que rodearon su vida, la memoria de sus creaciones persistirán más allá de su muerte, y no solo por su éxito comercial sino por lo que significa para el espectador, sin ir muy lejos tenemos a Black Panther, una maravillosa reivindicación para los afro descendientes.
Hoy nos despedimos de Stan Lee, el cuerpo muere, pero su legado permanecerá incontables generaciones después, ¡Buen viaje!
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