JOSÉ JOSÉ
(Va en serio)
Qué triste fue decirte adiós, señor Sosa; mas por la gracia de Dios, nos inspiras esta prosa, este humilde homenaje a tu memoria.
Espera un poco, un poquito más para decirte que te fuiste, pero no en la nave del olvido, sino en el recuerdo vivo, como un gran artista, como un gran amigo.
Transitaste entre las estrellas entre sonoros aplausos y mujeres bellas, en un camino de éxito, pero también de amargura.
Hoy por fin descansas en tu fría sepultura, y aunque partido en dos, entre México y Miami, nadie nunca entre los mortales podrá apagar tu voz.
Ah, qué hermosas canciones, si nos dejas ahora, si nos permites, gozar tus interpretaciones; canciones de amores, almohadas y desamores.
Aquellas noches en El Patio, fabulosas, ahí quedan, José, para la eternidad. Hombre de gran bagaje musical, recibe pues, este sencillo homenaje.
LA FAMOSA SARITA
(Con sentido del humor)
En aquella tumba reposa, la hija de un gran cantante, quien se hiciera famosa, por un terrible desplante.
Escondió el cadáver de su padre, poniendo la cosa que arde, lo que enfureció a la Muerte, quien le deparó su suerte.
“Dónde vas, canija”, le espetó rotunda Ciriaca.
“Serás del Príncipe la hija, pero te pasaste de lacra”.
KATE DEL CASTILLO
Del coraje se desgreña y se retuerce en su tumba, del expresidente Peña, jamás pudo vengarse.
Ésta sí que salió lista, exigía indemnización, pero no al otro gobierno, sino a la Cuarta Transformación.
No era más que berrinchuda, la actriz Kate del Castillo, a quien sorprendió Huesuda ¡queriéndola hacer topillo!
BRONCO
Vociferaban tanto los Broncos, que de tanto grito se quedaron roncos.
Y es que se estaban peleando Ramiro contra Lupe Esparza, en una lúgubre noche sobre el sepulcro de Choche.
Eran compadre el uno del otro, pero ya se tenían hasta la madre.
Ramiro lo acusaba de maniobras raras y le exigía las cuentas claras.
Ambos murieron en los juzgados, llevándose entre las patas a su equipo de abogados.
CATALINA CREEL
Resucitó Catalina Creel dispuesta a mochar cabezas, decían que estaba senil, ¡mentira!, fraguaba nuevas sorpresas.
La interpreta Paz Vega, que de pacifista no tiene nada;
Creel es una mujer rejega, que siempre anda parchada.
Pero, no sean malpensados, lo que pasa es que está tuerta, esta malvada villana a quien todos quieren ver muerta.
LA GAVIOTA
La Gaviota regresó al nido, tras abandonar Los Pinos; luego de un matrimonio fingido, el público la tiró al olvido.
Por eso falleció de pena, con dinero, pero frustrada; no logró volver a escena, debido a la gran quemada.
Vuela, vuela, Gaviotita, y no vuelvas por estos lares, la gente ya no te quiere, fueron fuegos sexenales.
VICENTE FERNÁNDEZ
La edad se le vino encima a este famoso charro, quien no perdió la autoestima ni convertido en cacharro.
Ya se había despedido, era un hombre adinerado, pero anunció su regreso, renuente a ser olvidado.
Un día en un palenque se le paró el corazón,
Calaca le pasó factura y con muy justa razón.
VERÓNICA Y YOLANDA
Juró Andrade que se casaron, lo negó la señora Castro.
Lo cierto es que en el registro, no se encontró ningún rastro.
Las dos eran muy teatreras, “a luego” andaban juntas; también eran mitoteras, ahora están difuntas.
Nadie sabe, nadie supo del bodorrio misterioso: o la Vero hizo mutis o Yolandín el oso.
(Colofón: ambas damas se llevaron el secreto a la tumba).