Una superficie de 700 hectáreas de durazno están en riesgo de perderse por la falta de lluvias, lo que representaría una afectación de hasta 560 mil kilos de la fruta.
El expresidente de la Asociación de Productores de Durazno, Adán Mejía, alertó sobre la difícil situación de los durazneros de Fresnillo, que de no llegar pronto las precipitaciones se afectaría a 65 familias que se dedican a esta actividad.
El riesgo de pérdidas se enfrentan en las comunidades fresnillenses de La Purísima del Maguey, San José de Guadalupe, Modelo, Órganos y El Triunfo, así como Mesa de Fuentes y Juntas del Peñasco, del municipio de Enrique Estrada.
Calculó que por cada hectárea se obtienen hasta 800 kilos, por lo que de no llover en los siguientes días se perderían hasta 560 mil kilos de la fruta. Y de caer las precipitaciones, la mayoría del fruto no tendría calidad para consumo humano.
El también productor de durazno refirió que no sólo la sequía afecta a las cinco comunidades, sino también la araña roja, que por las heladas de abril y mayo se reprodujo convirtiéndose en plaga, que afecta a los retoños.
Entre la carencia de agua y la plaga, explicó el entrevistado, la producción de la variedad de “durazno criollo amarillo huego pegado”, que es la que se genera en esta región, únicamente podría venderse a la industria del jugo y a menor precio.
Mejía explicó que en años de abundante lluvia la caja de durazno, con 18 kilos, se vende entre 200 a 250 pesos, pero lamentó que en este año no sea el caso y su única esperanza es que llueva un poco para que no sea afectada toda la producción.