En vísperas de cumplirse tres meses de huelga en la mina Peñasquito, perteneciente a la empresa Newmont, no se ha confirmado la existencia de acuerdos entre el sindicato y la parte patronal.

Según lo informado por Newmont, el impacto económico diario de la huelga, es de aproximadamente un millón de dólares en costos necesarios para mantener la suspensión de las operaciones, a los que se suman 2.7 millones de dólares de ingresos no obtenidos.

La mina que inició operaciones en el año 2010, se ostenta como la principal productora de oro del país, así como la mayor empleadora del estado con más de cinco mil empleos directos y más de 28 mil empleos indirectos que corresponden a su cadena de suministro local y nacional.

La principal demanda del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, es la de obtener un 16% de la Participación de los Trabajadores en las Utilidades (PTU), monto superior al establecido en el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) que es del 10%.

Tom Palmer, director ejecutivo de Newmont anunció que la empresa no está dispuesta a negociar ningún pago adicional al PTU como lo han solicitado los líderes del sindicato.

En un mensaje emitido a los colaboradores de la Minera Newmont Peñasquito el pasado 17 de agosto, el CEO reiteró: “Si es necesario, seguiremos el proceso legal para obtener una solución incluso si esto tarda otros dos o tres meses (…) estamos preparados para seguir hasta el final”.

En el mismo, alentó “enérgicamente” a la fuerza laboral a terminar la huelga y regresar al trabajo, mientras siguen las discusiones con los líderes sindicales para alcanzar una solución que sea justa, racional y sustentable a esta disputa.

Agregó que esta situación ha obligado a revisar críticamente las inversiones en México. Afirmó que Peñasquito es parte de una gran empresa, que hoy cuenta con 17 operaciones en nueve países “de las cuales Peñasquito es sólo una”.

No habrá utilidades

El pasado lunes, Newmont a través de un comunicado informó que, de acuerdo con sus proyecciones financieras, debido a la huelga al cierre del 2023, la empresa no arrojará utilidades, por lo que no habrá repartición de las mismas a los trabajadores el próximo año.

“Reiteramos una vez más que, nuestra prioridad es retomar actividades de manera segura en beneficio de todas las partes, por lo que seguiremos trabajando para llegar a un acuerdo”, afirma el mismo comunicado.