/ miércoles 27 de octubre de 2021

La banca mexicana se pinta de verde

Las instituciones financieras otorgan tarjetas de crédito y débito hechas con materiales reciclados, entre otras estrategias para combatir el calentamiento global

Los bancos del país quieren combatir al calentamiento global y reducir su huella de carbono otorgando tarjetas de crédito y débito con materiales reciclados, en su mayoría de PET.

Esta idea forma parte de una serie de compromisos pactados en abril de este año, así como otros que se desprenden del Acuerdo de París, firmado en 2016, para reducir la emisión de gases contaminantes en el planeta.

“La tarea no es sencilla”, reconoce HSBC México, que encabeza Jorge Arce, pues el interés de las personas o inversionistas del país para migrar hacia una economía 100 por ciento verde apenas está “despertando”.

Este banco de origen británico tiene como meta eliminar hacia finales de 2026 el material de plástico PVC nuevo que hoy utilizan sus tarjetas sustituyéndolo con PVC reciclado. Dicho programa nació de la estrategia del banco para tener cero emisiones netas de carbono en sus operaciones y cadena de suministro hacia el año 2030 o antes.

HSBC México arrancó esta transición en el país a inicios del segundo semestre del año, después de Malasia, que inició en enero pasado. Se supone que antes de que concluya 2021 se sumarán también Australia, Canadá, Hong Kong, Indonesia, Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos.

“Estamos sustituyendo todas las tarjetas que teníamos antes. El programa ha tenido muy buena recepción sobre todo en las nuevas generaciones, porque son los que más se preocupan por estos temas”, comentó Aidee Olmos, Directora de Sustentabilidad Corporativa HSBC México, en entrevista para la Organización Editorial Mexicana (OEM).

Santander México, de Héctor Grisi Checa, es otro de los bancos que también ofrece tarjetas sustentables. En septiembre, la institución financiera lanzó una nueva generación de plásticos llamada “LikeU” con el que la gente puede adquirir una tarjeta de crédito de acuerdo a sus necesidades, al tiempo que generan un impacto social o ambiental detrás.

Foto: Mauricio Huizar

LikeU tiene seis tarjetas diferentes, dos de ellas enfocadas en apoyar la protección y restauración de la flora y fauna del país, así como en el cuidado marítimo. Así, por cada tarjeta adquirida los clientes están ayudando “indirectamente” a estos proyectos.

El negocio detrás de estos productos es que los usuarios “configuran” la tarjeta de crédito a su gusto, es decir, ellos eligen las comisiones, servicios o beneficios que quieren pagar. Como cualquier otro producto bancario, la tarjeta ofrece promociones o descuentos en ciertos establecimientos comerciales del país.

BBVA México, de Eduardo Osuna Osuna, también destaca entre la lista de bancos con tarjetas sustentables, pues están fabricadas con más de un 85 por ciento de plástico reciclado. Este distintivo lo presume el banco en la parte trasera del plástico.

Las tarjetas, que llevan el nombre de “Aqua”, también fueron lanzadas a mediados de año y, además de combatir el cambio climático, buscan incentivar en las personas el uso de pagos digitales.

El común denominador entre estos bancos y sus tarjetas no sólo es la sustentabilidad, sino también la manera en que quieren acelerar el uso de pagos sin contacto entre los mexicanos.

Esto último tiene dos vertientes: por un lado promover métodos de pago donde una persona pueda pagar en un restaurante o transporte público únicamente acercando su tarjeta a una terminal, y por el otro busca disminuir la emisión de tickets o cualquier papel que pueda servir como comprobante de pago. Lo que menos se quiere es contribuir a la contaminación del medio ambiente.

“Nuestros objetivos de banca responsable los dividimos en dos principales: uno que es adaptarse al nuevo entorno empresarial y el otro es el de contribuir a un desarrollo. En este barco todos tenemos que caminar hacia una economía más verde”, manifestó Marcela Espinosa, directora ejecutiva de Relaciones Públicas, Comunicación Interna y Banca Responsable en Santander México.

Foto: Cortesía Santander

El otro plan bancario para disminuir el calentamiento global

Las tarjetas verdes y dejar de ofrecer tickets no es la única estrategia bancaria para disminuir o combatir el calentamiento global. Dentro del gran arsenal financiero que tienen las instituciones en el país consiste en financiar proyectos verdes.

En su mayoría se trata de otorgar crédito a proyectos que son “amigables” con el medio ambiente o que tienen un fin social, de salud o en materia educativa, pues se cree que mediante este tipo de financiamientos se ayuda a reducir la huella de carbono del país.

Para Marcela Espinosa, de Santander México, la descarbonización debe ser un objetivo “básico” no sólo de los bancos, sino de cualquier empresa en cuestión, aunque esto pueda tomar varios años.

Los bancos se han puesto como meta alcanzar este tipo de objetivos de cara a 2050, aunque hay algunos como Santander que se fijaron esta meta para 2030.

“Hay sectores y políticas que tenemos que ir ajustando poco a poco; es una doble transición, porque queremos ser una empresa que compense sus emisiones pero también tenemos que generar el negocio con nuestros clientes. No necesariamente es dejar de trabajar con ellos, sino ayudarlos en esta transición”, explicó la directiva de Santander México.

De acuerdo con un estudio de la consultora KPMG México aproximadamente seis de cada 10 empresas en México identifican al calentamiento global como uno de sus principales riesgos, aunque menos de la mitad logran cuantificar la afectación financiera que ello pudiera desencadenar.

Además, tres de cada 10 reconocieron que sus objetivos no están alineados con alguna iniciativa nacional, regional o internacional para reducir sus emisiones de dióxido de carbono.

Sin embargo, hay empresas cuyos objetivos están alineados al Acuerdo de París o a las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (CND) para México.

El camino hacia la COP26

En abril de 2021 nació una alianza financiera global para lograr cero emisiones de carbono netas con los mayores bancos, propietarios de activos, gestores de activos y aseguradoras.

La alianza surgió en la víspera de la Conferencia de las Partes (COP) 26, una cumbre anual que realiza la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y que reúne a 196 países más la Unión Europea.

Esta unión incluye a 84 bancos, de 36 países, como Banorte, BBVA, Citigroup, Bank of America, HSBC, Santander, BNP Paribas, Morgan Stanley, entre otros, que representan el 41 por ciento de los activos bancarios del mundo.

Antoni Ballabriga, director global de Negocio Responsable de BBVA, considera que el sector financiero debe alinearse con la “ambición climática” de cara a la COP 26.

"Hace tres años nos comprometimos a alinear progresivamente nuestra actividad crediticia al Acuerdo de París. Hace pocas semanas ampliamos esta ambición junto a otros 42 bancos, con la alianza bancaria de cero emisiones netas promovida por Naciones Unidas", comentó el directivo.

En 2030 el banco dejará de financiar a empresas de carbón en países desarrollados, y en 2040 en el resto del mundo.

Para la COP 26, que se realizará del 31 de octubre al 12 de noviembre, HSBC considera que uno de los principales objetivos es “invitar” a más empresas e instituciones financieras a sumarse a combatir la emisión de gases contaminantes en el mundo.

Según Aidee Olmos, el banco estará enfocado en reforzar su estrategia de sustentabilidad, reafirmar su compromiso de cero emisiones netas y seguir contribuyendo al financiamiento de proyectos verdes en el mediano plazo.



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Los bancos del país quieren combatir al calentamiento global y reducir su huella de carbono otorgando tarjetas de crédito y débito con materiales reciclados, en su mayoría de PET.

Esta idea forma parte de una serie de compromisos pactados en abril de este año, así como otros que se desprenden del Acuerdo de París, firmado en 2016, para reducir la emisión de gases contaminantes en el planeta.

“La tarea no es sencilla”, reconoce HSBC México, que encabeza Jorge Arce, pues el interés de las personas o inversionistas del país para migrar hacia una economía 100 por ciento verde apenas está “despertando”.

Este banco de origen británico tiene como meta eliminar hacia finales de 2026 el material de plástico PVC nuevo que hoy utilizan sus tarjetas sustituyéndolo con PVC reciclado. Dicho programa nació de la estrategia del banco para tener cero emisiones netas de carbono en sus operaciones y cadena de suministro hacia el año 2030 o antes.

HSBC México arrancó esta transición en el país a inicios del segundo semestre del año, después de Malasia, que inició en enero pasado. Se supone que antes de que concluya 2021 se sumarán también Australia, Canadá, Hong Kong, Indonesia, Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos.

“Estamos sustituyendo todas las tarjetas que teníamos antes. El programa ha tenido muy buena recepción sobre todo en las nuevas generaciones, porque son los que más se preocupan por estos temas”, comentó Aidee Olmos, Directora de Sustentabilidad Corporativa HSBC México, en entrevista para la Organización Editorial Mexicana (OEM).

Santander México, de Héctor Grisi Checa, es otro de los bancos que también ofrece tarjetas sustentables. En septiembre, la institución financiera lanzó una nueva generación de plásticos llamada “LikeU” con el que la gente puede adquirir una tarjeta de crédito de acuerdo a sus necesidades, al tiempo que generan un impacto social o ambiental detrás.

Foto: Mauricio Huizar

LikeU tiene seis tarjetas diferentes, dos de ellas enfocadas en apoyar la protección y restauración de la flora y fauna del país, así como en el cuidado marítimo. Así, por cada tarjeta adquirida los clientes están ayudando “indirectamente” a estos proyectos.

El negocio detrás de estos productos es que los usuarios “configuran” la tarjeta de crédito a su gusto, es decir, ellos eligen las comisiones, servicios o beneficios que quieren pagar. Como cualquier otro producto bancario, la tarjeta ofrece promociones o descuentos en ciertos establecimientos comerciales del país.

BBVA México, de Eduardo Osuna Osuna, también destaca entre la lista de bancos con tarjetas sustentables, pues están fabricadas con más de un 85 por ciento de plástico reciclado. Este distintivo lo presume el banco en la parte trasera del plástico.

Las tarjetas, que llevan el nombre de “Aqua”, también fueron lanzadas a mediados de año y, además de combatir el cambio climático, buscan incentivar en las personas el uso de pagos digitales.

El común denominador entre estos bancos y sus tarjetas no sólo es la sustentabilidad, sino también la manera en que quieren acelerar el uso de pagos sin contacto entre los mexicanos.

Esto último tiene dos vertientes: por un lado promover métodos de pago donde una persona pueda pagar en un restaurante o transporte público únicamente acercando su tarjeta a una terminal, y por el otro busca disminuir la emisión de tickets o cualquier papel que pueda servir como comprobante de pago. Lo que menos se quiere es contribuir a la contaminación del medio ambiente.

“Nuestros objetivos de banca responsable los dividimos en dos principales: uno que es adaptarse al nuevo entorno empresarial y el otro es el de contribuir a un desarrollo. En este barco todos tenemos que caminar hacia una economía más verde”, manifestó Marcela Espinosa, directora ejecutiva de Relaciones Públicas, Comunicación Interna y Banca Responsable en Santander México.

Foto: Cortesía Santander

El otro plan bancario para disminuir el calentamiento global

Las tarjetas verdes y dejar de ofrecer tickets no es la única estrategia bancaria para disminuir o combatir el calentamiento global. Dentro del gran arsenal financiero que tienen las instituciones en el país consiste en financiar proyectos verdes.

En su mayoría se trata de otorgar crédito a proyectos que son “amigables” con el medio ambiente o que tienen un fin social, de salud o en materia educativa, pues se cree que mediante este tipo de financiamientos se ayuda a reducir la huella de carbono del país.

Para Marcela Espinosa, de Santander México, la descarbonización debe ser un objetivo “básico” no sólo de los bancos, sino de cualquier empresa en cuestión, aunque esto pueda tomar varios años.

Los bancos se han puesto como meta alcanzar este tipo de objetivos de cara a 2050, aunque hay algunos como Santander que se fijaron esta meta para 2030.

“Hay sectores y políticas que tenemos que ir ajustando poco a poco; es una doble transición, porque queremos ser una empresa que compense sus emisiones pero también tenemos que generar el negocio con nuestros clientes. No necesariamente es dejar de trabajar con ellos, sino ayudarlos en esta transición”, explicó la directiva de Santander México.

De acuerdo con un estudio de la consultora KPMG México aproximadamente seis de cada 10 empresas en México identifican al calentamiento global como uno de sus principales riesgos, aunque menos de la mitad logran cuantificar la afectación financiera que ello pudiera desencadenar.

Además, tres de cada 10 reconocieron que sus objetivos no están alineados con alguna iniciativa nacional, regional o internacional para reducir sus emisiones de dióxido de carbono.

Sin embargo, hay empresas cuyos objetivos están alineados al Acuerdo de París o a las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (CND) para México.

El camino hacia la COP26

En abril de 2021 nació una alianza financiera global para lograr cero emisiones de carbono netas con los mayores bancos, propietarios de activos, gestores de activos y aseguradoras.

La alianza surgió en la víspera de la Conferencia de las Partes (COP) 26, una cumbre anual que realiza la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y que reúne a 196 países más la Unión Europea.

Esta unión incluye a 84 bancos, de 36 países, como Banorte, BBVA, Citigroup, Bank of America, HSBC, Santander, BNP Paribas, Morgan Stanley, entre otros, que representan el 41 por ciento de los activos bancarios del mundo.

Antoni Ballabriga, director global de Negocio Responsable de BBVA, considera que el sector financiero debe alinearse con la “ambición climática” de cara a la COP 26.

"Hace tres años nos comprometimos a alinear progresivamente nuestra actividad crediticia al Acuerdo de París. Hace pocas semanas ampliamos esta ambición junto a otros 42 bancos, con la alianza bancaria de cero emisiones netas promovida por Naciones Unidas", comentó el directivo.

En 2030 el banco dejará de financiar a empresas de carbón en países desarrollados, y en 2040 en el resto del mundo.

Para la COP 26, que se realizará del 31 de octubre al 12 de noviembre, HSBC considera que uno de los principales objetivos es “invitar” a más empresas e instituciones financieras a sumarse a combatir la emisión de gases contaminantes en el mundo.

Según Aidee Olmos, el banco estará enfocado en reforzar su estrategia de sustentabilidad, reafirmar su compromiso de cero emisiones netas y seguir contribuyendo al financiamiento de proyectos verdes en el mediano plazo.



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