Mientras crece el peligro de que las cuentas bancarias del ayuntamiento de Guadalupe sean embargadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el alcalde de Guadalupe, Julio César Chávez Padilla y el expresidente municipal, hoy líder estatal del PRI, se acusan mutuamente por el inminente colapso financiero que provocaría dicha medida.

El ayuntamiento de Guadalupe ya fue notificado del embargo por la deuda que mantiene de 203 millones de pesos con el IMSS, por lo que en cualquier momento podría aplicarse la sanción dejando sin liquidez a la administración de uno de los municipios más poblados del estado.

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La situación es similar a la que enfrenta desde el fin de semana el ayuntamiento de Sombrerete, que debido a un pasivo de 188 millones sufrió el congelamiento de sus cuentas, con lo que no ha podido ni pagar la nómina. Los otros dos municipios ya notificados son Calera y Cañitas de Felipe Pescador que adeudan 94 y 9.6 millones de pesos respectivamente.

Aunque son en total 49 los municipios de Zacatecas los que tienen adeudos con el Seguro Social (por un monto global de mil 200 millones de pesos), la mayoría ya suscribió convenios de pago con el IMSS o están en negociaciones con la dependencia federal.

Enrique Flores es un mentirosos e irresponsable: Julio César Chávez

Julio César Chávez acusó a su antecesor, Enrique Flores, de enviar amenazas a él y su familia a través de terceras personas y lo calificó de “desfachatado, desvergonzado, mentiroso e irresponsable”, por deslindarse de la crisis financiera que hoy enfrenta el ayuntamiento.

En entrevista el alcalde denunció que las amenazas son una represalia por la denuncia que interpuso en contra del hoy dirigente estatal del PRI ante la Fiscalía por la deuda que dejó por más de 346 millones de pesos, que incluye los pasivos ante el IMSS y el SAT.

Explicó que ese quebranto que heredó, desembocó en la notificación de embargo emitida por el IMSS el viernes pasado y que de aplicarse, afectará directamente a la ciudadanía pues se interrumpirían los servicios de alumbrado, agua potable, seguridad pública y recolección de basura, entre otros.

Informó que la notificación todavía no se ejecuta porque su gobierno ha estado pagando puntualmente, ello a diferencia de Sombrerete.

Dijo que antes de Enrique Flores no había deuda con el IMSS y ni con el SAT y “cuando llegamos hace cuatro años, en la primera elección que tuvimos se suspendieron los servicios y hubo un intento de embargo de cuentas”.

Entonces –recordó– se convino con la delegación del Seguro Social comprometiéndose a cubrir puntualmente las nuevas mensualidades, con lo que se logró restituir los servicios médicos y las demás prestaciones.

No obstante, aclaró que durante ese tiempo ha seguido vigente la deuda que dejó Enrique Flores y que hoy asciende ya a 203 millones de pesos, pasivo generado por la omisión de las cuotas obrero patronales, de abril del 2017 al mismo mes, pero de 2018.

El alcalde advirtió que es latente el peligro del embargo de cuentas, por lo que se siguen buscando alternativas a contrarreloj. Envió un mensaje al dirigente priista, exhortándolo a que antes de tomar acciones legales en su contra –como ya ha advertido- cumpla sus obligaciones pendientes con los guadalupenses.

El culpable de la crisis es Julio César, afirma dirigente del PRI

Enrique Flores Mendoza, quien fue alcalde de Guadalupe hasta septiembre del 2018, negó ser culpable de la quiebra financiera del municipio y anunció que ante las instancias correspondientes denunciará las calumnias y descalificaciones que le ha hecho su sucesor, Julio César Chávez Padilla.

“Es lamentable que quien se dice político profesional, no asuma su responsabilidad y esté cayendo en el terreno de las descalificaciones personales”, declaró en entrevista.

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Agregó que fue por dolo que Chávez Padilla no quiso pagar ni negociar y dejó que el pasivo fuera creciendo. Recordó que la deuda con el IMSS que él dejó hace más de cuatro años era de sólo 50 millones que pudo haberse negociado rápidamente hasta obteniendo la condonación de recargos.

Opinó que la quiebra del municipio más bien se debe al contrato suscrito por Julio César Chávez por 700 millones de pesos con la empresa que recoge la basura, y también a los laudos en contra del ayuntamiento que él mismo provocó al correr a 200 trabajadores que ahora tuvo que reinstalar pagando salarios caídos.

“Ante la serie de descalificaciones actuaré conforme a derecho en defensa de mi persona (…) pero a diferencia de él yo no voy a litigar en medios, yo no voy a violentar los debidos procesos, lo haré ante las instancias correspondientes”, reiteró.

Según Enrique Flores, cuando asumió como presidente en el 2016, la administración precedente (donde Julio César Chávez fue secretario de gobierno) le dejó una deuda de más de 300 millones que el entonces alcalde Roberto Luévano contrató para saldar otro “adeudo histórico” de 180 millones de pesos con el IMSS.

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