Los hoteles de Zacatecas buscan la manera de afrontar la novedosa competencia de las plataformas digitales como Airbnb que cada día acapara a más turistas y gana terreno en el servicio de hospedaje.
Raúl Muñoz del Cojo, presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles en el estado dice que no se trata de luchar por prohibir las aplicaciones electrónicas de este tipo, ya que es parte de la nueva tendencia mundial basada en las tecnologías de la información.
Luego de que el año pasado los hoteles de la Asociación vieron caer un siete por ciento su promedio de ocupación, el empresario lamenta que la competencia no sea pareja ya que las 18 aplicaciones que operan en México no están sujetas a las mismas obligaciones y reglas.
El líder del sector exige que las leyes nacionales y del estado de Zacatecas les cobren los impuestos que se aplican a las empresas formales, además de imponer la regulación en materia de seguridad y calidad que tienen los otros prestadores de servicios del sector.
“Desafortunadamente la operación de plataformas digitales para renta de hospedaje está en un vacío legal, no sólo para Zacatecas sino para toda la república”, comentó.
Además dio a conocer que la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles trabaja con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y con la Secretaría de Turismo federal para conformar una reglamentación justa enfocada en el nuevo servicio.
La Asociación también ha investigado la forma en que opera Airbnb en países con vocación turística como Estados Unidos, Francia, España e Inglaterra, para adoptar un modelo similar en México.
EVASION DE IMPUESTOS E INSEGURIDAD
En Zacatecas hay cerca de 800 habitaciones ofrecidas a través de Airbnb a nivel estatal con una tarifa promedio de 700 pesos por noche.
Con base en datos actuales, autoridades estatales calculan que la aplicaciones al año evaden 1.5 millones de pesos tan sólo por concepto del Impuesto al Hospedaje.
“Pero ese no es el único impuesto, la hacienda pública pierde también por todos los demás impuestos que los empresarios debemos pagar en este país”, expresó Muñoz del Cojo.
El empresario señala que es aún más preocupante la falta información sobre la calidad de las habitaciones. Al respecto recordó casos de Playa del Carmen donde turistas murieron debido a fugas de gas ocurridas en departamentos rentados.
“No tratamos de quitarlos, sino simplemente reglamentarlos, por ejemplo, que se les obligue a observar las reglas de protección civil y a estar en Registro del Nacional de Turismo como estamos los hoteles”, agregó.
El Registro Nacional de Turismo, es el catálogo público que constituye el mecanismo por el que los gobiernos federal, estatal y municipal tiene información sobre los prestadores de servicios turísticos, con objeto de conocer mejor el mercado y establecer comunicación con las empresas cuando se requiera.
PÉRDIDAS PARA EL SECTOR
Muñoz del Cojo insiste en que las pérdidas económicas de los hoteleros todavía no son significativas.
Sin embargo en el 2019, año con el récord histórico en número de turistas y derrama económica, el retroceso fue notorio para los hoteleros, pues pasaron de 60.5 en el 2018 a 53.2 por ciento de ocupación promedio anual.
Según datos de la Secretaría de Turismo, en tan sólo tres años se triplicó el número de lugares de alojamiento que ofrece Airbnb. El número de turista que eligió dicha plataforma casi se duplicó: creció 82 por ciento y tuvo una pernocta promedio superior a las tres noches.
Existen tres mil 500 habitaciones de hotel en Zacatecas, mientras que la plataforma de hospedaje alternativo tiene 750 ubicadas principalmente en la capital y su zona conurbada, lo que representa más del 20 por ciento de la oferta hotelera acostumbrada.
“Desafortunadamente nos alcanzó la tecnología y ahora nos estamos tratando de poner a punto”, comentó al reconocer que a los empresarios les ha costado trabajo adaptarse a los cambios.
Por lo anterior la asociación contrató a una empresa de la Ciudad de México para que aparezcan más fotografías de hoteles de la Asociación en las redes sociales y así llegar al mercado de millenials y centenials, principales clientes de las aplicaciones digitales.
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