En Zacatecas existen más de 45 mil niños y adolescentes en ocupaciones no permitidas de acuerdo con el Modelo de Identificación del Riesgo de Trabajo Infantil elaborado con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), entre otras fuentes.
El informe señala que el 11.17 por ciento de menores de edad en el estado desempeñan dichas labores en ámbitos como el sector agropecuario, el comercio y los servicios.
El documento auspiciado también por la Organización Mundial del Trabajo y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), apunta que el 78.85 por ciento de los menores de edad que trabajan son niños y el 21.15 son niñas.
Once municipios están clasificados en “riesgo alto” de trabajo infantil, los cuales se caracterizan por una alta proporción de población ocupada en actividades agrícolas (37.6 por ciento) y donde más de la mitad de la población (53 por ciento) gana menos de dos salarios mínimos.
Los municipios así catalogados son: Mazapil, Melchor Ocampo, El Salvador, Pinos, Villa Hidalgo, Miguel Auza, Mezquital del Oro, Apulco, Atolinga, Genaro Codina y Huanusco.
Cabe destacar que la mayoría de sus habitantes mayores de 15 años (52 por ciento) tienen educación básica incompleta.
Ciento doce niños trabajan en las calles de la capital y Guadalupe
La directora del Sistema Estatal DIF (SEDIF), Yadira Galván Sánchez reconoció que la institución no puede obligar a los padres de familia a impedir que sus hijos trabajen, a pesar de las graves consecuencias y los peligros que conlleva.
“No estamos en contra del trabajo constructivo o educativo, pero ese no tiene nada qué ver con un trabajo asalariado que impide su desarrollo y provoca que no estén en la escuela”, comentó la funcionaria.
Informó que en la zona conurbada integrada por la capital y el municipio de Guadalupe, hasta los primeros meses del año se tenían identificados cerca de 112 menores que trabajan en las calles, mientras que en todo el estado se tiene la estadística de aproximadamente mil 700.
Aclaró que un número mayor de menores trabajadores son jornaleros agrícolas que no están en los registros del SEDIF ya que se trata de una población que rota mucho durante el año.
El programa de la institución para atender a este sector consiste en la entrega de becas con recurso estatal para incentivar el regreso a la escuela, apoyo que se complementa con la invitación a los papás para que participen en talleres de capacitación en oficios y actividades productivas.
“Buscamos que los padres obtengan capacidades para un trabajo adicional y así puedan suplir el ingreso que aportaba el pequeño al hogar”, mencionó Galván Sánchez.
También se les apoya con orientación, útiles escolares y asesoría para inscribir a los menores en escuelas públicas.
“Hacemos la secuencia para que el pequeño vea consolidada esa oportunidad y derecho que tiene de crecer plenamente, y a los padres tratamos de hacerles saber que es una obligación darle la mejores condiciones a sus niños”, recalcó.
“El trabajo infantil sigue siendo un reto”: CDHEZ
“El trabajo infantil sigue siendo un reto, por eso exhortamos a las autoridades laborales a que verifiquen los centros de trabajo, a que sancionen instancias donde se contrata a menores”, declaró la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ), María de la Luz Domínguez Campos.
Destacó que se deben instrumentar políticas públicas encaminadas a ejercer el derecho a la educación, la libertad, la salud, la recreación y el juego a todos los menores de edad, ya que ello repercute en la formación de adultos plenos y conscientes de sus derechos.
Las autoridades municipales, estatales y federales –dijo- tienen la obligación de garantizar que los niños se dediquen a lo que les corresponde: la escuela, la recreación y su preparación para las etapas posteriores de la vida.
Agregó que además de combatir el trabajo infantil, persisten muchos otros retos como el de ofrecer una educación de calidad, prevenir embarazos, combatir la violencia familiar, los abusos sexuales y el acoso escolar.
“Uno de los grupos más vulnerables es el de los niños porque por sí solos no pueden hacerse de lo que necesitan para tener una vida integral; requieren la protección de sus padres, de sus familias, del Estado”, apuntó Domínguez Campos.