La desaceleración en la creación de empleos causó una caída en las ventas de autos, en detrimento de la industria automotriz, la cual aporta una quinta parte del PIB manufacturero.
Eduardo Solís, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), indicó que mientras la tasa de desocupación laboral en el país viene al alza, las ventas y producción de autos se mantienen a la baja.
“Si varios escritorios alrededor mío se empiezan a desocupar, comienzo a preguntarme si es el mejor momento para mí de comprar un automóvil nuevo, y entonces entramos en el tema de la posposición de compra, si compro o no un auto nuevo o compro uno usado, y eso se refleja en el mercado”, explicó Solís.
Destacó que este fenómeno no es exclusivo en México, ya que la venta de autos nuevos también ha bajado en Estados Unidos y Canadá, países a donde se dirige 86 por ciento de las exportaciones automotrices mexicanas, indicador que cayó 3.3 por ciento al cierre del año.
Las caídas llevaron a que la producción automotriz se contrajera 4.1 por ciento en 2019, ligando su segundo año a la baja.
El sector de autopartes en México cerró el año con crecimientos de 2.2 por ciento en producción y de 2.3 por ciento en exportaciones. Estos resultados "dan solidez a la industria automotriz mexicana", indicó Oscar Albín, presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA).
El directivo agregó que este año prevé un crecimiento de 2.7 por ciento. En la conferencia, Eduardo Solís anunció que debido a un proyecto personal dejará la presidencia ejecutiva de la AMIA el 16 de enero, luego de 12 años al frente del organismo. En su lugar quedará Fausto Cuevas, director general de la asociación, esto mientras el Consejo de la AMIA define un nuevo presidente.