En el estado de Zacatecas, se ha implementado el cultivo de durazno en una extensión de 16 mil hectáreas, de las cuales el 78 por ciento corresponde a producción de temporal. Dolores Alvarado Nava, investigadora del Instituto Nacional Forestal Agrícola y Pecuaria (INIFAP), ha anunciado la creación de una guía destinada a los productores de este fruto, para incrementar el valor de su cosecha.
La investigadora, perteneciente al Campo Experimental Zacatecas del Centro de Investigación Regional Norte Centro (CIRNOC) del INIFAP, destacó la importancia de esta guía que enseña a elaborar ate de durazno de alta calidad nutritiva, como una estrategia para valorizar el cultivo local.
Alvarado Nava explicó que debido a las condiciones de temporal bajo las cuales se produce gran parte del durazno en Zacatecas, muchos de estos frutos no cumplen con la normativa mexicana, lo que reduce su valor en el mercado. No obstante, resaltó que estos duraznos, aunque comercialmente menos valorados, poseen un alto valor nutritivo y son ideales para ser transformados en ate de manera artesanal, agregándoles así un valor adicional.
El propósito de la guía es doble: por un lado, busca agregar valor al durazno y, por otro, tiene como fin aprovechar aquellos frutos que no alcanzan los estándares comerciales o que, pese a caer del árbol, no están podridos. De esta manera, se busca optimizar el uso del durazno y evitar su desperdicio.
El ate, conocido también como pasta, es un producto que resulta de la concentración de pulpa de una o varias frutas con azúcar hasta obtener una masa sólida al enfriarse.
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