Tres días después de que arrancaron las campañas electorales federales, el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló llamó “a las personas que están generando violencia, que no mezclen democracia con violencia porque eso destruye la vida y destruye al mismo Estado”.
Ayer domingo, en conferencia de prensa replicó el mensaje de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) cuyos integrantes reconocen que en los próximos comicios “el peor de los escenarios (…) es aquel en el que el crimen organizado y otros grupos delincuenciales intervengan en el proceso electoral”.
En dicho posicionamiento publicado este domingo, los obispos de México expresan: “La democracia mezclada con la delincuencia es un binomio totalmente inaceptable, es un signo de la más deplorable corrupción que se debe evitar a toda costa”.
Al respecto, Sigifredo Noriega apuntó que “el riesgo de la inseguridad puede afectar la libertad de las personas” a ejercer su voto. Agregó que, si se afecta la libertad, el sufragio “no va a cumplir su función que es ayudar a decidir qué tipo de país queremos”.
Noriega Barceló además dio lectura a una parte del posicionamiento del CEM: “Todos deseamos que el proceso electoral sea un ejemplo de civilidad, a la altura de la cultura democrática que los mexicanos hemos ido construyendo y perfeccionando en las últimas décadas, a través de leyes e instituciones que nos regulan”.
A los candidatos
El obispo de Zacatecas exhortó a los candidatos a que trabajen con responsabilidad y que “no prometan lo que no se pueda cumplir”. También les pidió respeto a los demás aspirantes para que la competencia resulte constructiva y que no se desgaste la esperanza de un país mejor.
Les pidió que “con toda madurez” acepten los resultados sin tomar posiciones que puedan perjudicar más la democracia.
Por otro lado, les pidió “cuidarse”, pues reconoció que quienes están pidiendo el voto “son personas muy expuestas a la violencia, al maltrato extremo”.
A los árbitros
Además, reconoció que las instituciones se han debilitado, como ha ocurrido con el Instituto Nacional Electoral (INE): “creo que eso también es un riesgo para la democracia; si no hay árbitro, no hay quien tenga esa autoridad legal”.
Sobre la violencia en contra de los actores electorales, ayer domingo la Conferencia del Episcopado Mexicano pidió a “las fuerzas del orden (Sedena, Guardia Nacional, Semar) garanticen la protección y el ambiente de paz, de tal manera que se eviten las agresiones, los atentados y los lamentables asesinatos de candidatos, políticos, familiares, periodistas, y demás ciudadanos”.
El CEM llamó al INE, al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y a la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FISEL) actuar con apego a la imparcialidad y la justicia, para que el proceso se desarrolle con plena legalidad.