La lavanda es una planta medicinal de las más versátiles que existen, ayuda con problemas como la ansiedad, mala digestión, depresión o incluso piquetes de insecto en la piel además, tiene propiedades antidepresivas, relajantes, antiespasmódicas, calmantes y analgésicas.

El nombre Lavanda proviene del latín Lavare (Lavar) y es por eso que su uso dentro del baño fue tan popular, ayuda a la sanación espiritual, a liberar bloqueos personales y también a afrontar los temores o miedos que se pueden tener en la vida, lava malas energías y deshace bloqueos.

Las sales que haremos pueden ser utilizadas para limpiar caminos, eliminar energía densa, quitar pesadez y desbloquear problemas emocionales.

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Pará su elaboración necesitamos:

Sal de grano

Lavanda seca

Esencia de lavanda

Frasco de vidrio

Preparación:

Colocamos la sal en un recipiente donde la podamos moler, agregamos la lavanda seca y empezamos a moler en forma circular, al contrario de las manecillas del reloj. Concéntrate en aquello que necesitas limpiar o abrir. El movimiento en contra de las manecillas del reloj abrirá tus caminos.

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Puedes moler hasta que quede un polvo fino o dejar la sal gruesa y sólo mezclarlos. Pon en un frasco de vidrio la mezcla de sal y flores secas, coloca esencia al gusto y deja a la luz de la luna llena o luna creciente.

Los usos de estas sales son variados, las puedes colocar en la entrada de tu casa o negocio para evitar que entre la energía negativa o visitas indeseables, puedes disolverla y bañarte con ellas, cada primer domingo del mes lava tus manos con estas sales.