Usuarios de las redes sociales han causado revuelo por el hallazgo de un pez remo en aguas de Cozumel, en Quintana Roo, todo porque la criatura es considerada como Mensajero del Palacio del Dios del Mar en Japón y, según un mito originario en ese país si se encuentra puede ser el presagio de un sismo o maremoto próximo.
Entonces, en este año pandémico por el coronavirus, el hallazgo de este pez es como la gota de agua que rebosa el vaso, aún y cuando no hay una relación científica entre la criatura y los sismos.
Fue hallado muerto
Macheto Snap, quien compartió en redes sociales las fotografías y un video en el que muestra al pez remo ya sin vida y explicó que lo halló cuando realizaba un recorrido por las aguas de Quintana Roo.
Macheto se dio cuenta que sus acompañantes lanzaban el hilo de caña a un pez muy cercano a la superficie del agua, pero no respondía, ni se movía, por lo que se acercaron al lugar y, creyendo que se trataba de un pez dorado, su sorpresa fue mayúscula cuando al levantarlo se dieron cuenta de que era un ejemplar de pez remo.
El pez remo, también conocido como pez sable (Regalecus glesne en latín) puede llegar a medir hasta 17 metros de longitud y pesar más de 200 kilos, el ejemplar encontrado por Macheto apenas medía unos seis metros.
Una de las características de esta especie de pez es que su cuerpo no tiene escamas, sino una capa protectora viscosa de color plateado, conocida como guanina y una cresta en la cabeza.
Tiene una aleta dorsal que nace entre sus ojos y llega hasta la cola, que, en ocasiones, cambia su tonalidad entre roja y rosada.
Es precisamente su apariencia lo que hace verlo como una criatura mitológica.
Este es el mito japonés del pez remo
Ryugu no tsukai que se traduce del japonés como “mensajero del palacio del dios del mar” es el nombre que el pez remo recibe en aquella tierra oriental y según la mitología japonesa, esta criatura pertenecía a los yakoi, monstruos mitológicos.
Según cuenta la tradición, el Ryugu no tsukai era de menor tamaño y podía comunicarse con los humanos e incluso, transformarse en uno si lo deseaba.
Fue en 2011 -justo después del tsunami que golpeó a la región de Tohoku, en la isla de Honshu- que ese mito tuvo gran difusión en el archipiélago, pues poco antes ocurrió un avistamiento de una gran cantidad de peces remos llegando a las costas, por lo que se les atribuyó el poder de augurar desgracias y los consideran serpientes marinas gigantes responsables de que la tierra se mueva y se provoquen sismos o tsunamis.
Además de las terribles catástrofes que traería consigo su sola aparición, capturar un pez de esta especie significaría una maldición para el pescador.
Un “pez normal”
En realidad el pez remo o pez sable es un animal solitario y tranquilo, que come peces pequeños, crustáceos, calamares e incluso plancton, para lo que utiliza sus branquias, pues no cuenta con dientes, se trata de una especie solitaria y tranquila, cuando se ve acosado, se oculta entre las rocas en las profundidades del mar.
El animal logra adaptar su temperatura corporal, por lo que es posible hallarlo en la mayoría de los océanos del mundo excepto en los polos.
Vive a unos mil metros al fondo del mar, por lo que no son muy frecuentes sus avistamientos, pero sí se pueden llegar a encontrar incluso a 200 metros de profundidad.
Suele aparecer en las playas cuando tiene una lesión grave (como pudo haber sido el caso en las aguas de Cozumel), al morir o después de una tormenta.