Los niños, al igual que animales domésticos y plantas son más susceptibles que los adultos a vibraciones y energías de su entorno, si existe algún tipo de influencia negativa rondando tu hogar, ellos pueden ser los primeros en notarlo.
Al igual que cuando existe contacto frecuente con personas negativas o vampiros energéticos los patrones de sueño de los miembros de la familia se pueden ver afectados, principalmente el de los pequeños.
Si tienen pesadillas o no logran conciliar el sueño de forma tranquila esta preparación del osito de protección los ayudará. El objetivo principal es brindarles seguridad a la hora de dormir.
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Decimos que un osito no sólo porque es uno de los peluches más populares entre los pequeños, también por todos sus simbolismos, pues en la antigüedad, los osos eran venerados por múltiples razones, considerados tótems o animales místicos de poder, se dice que al ser uno de los tótems más poderosos, confiere valor, tranquilidad, fuerza, poder, positivismo, introspección, paciencia, capacidad de análisis, liderazgo, autoestima, equilibrio, vitalidad y asertividad, a todos aquellos que decide proteger.
El tótem del oso está relacionado con la Luna, y para los indígenas norteamericanos era el gran guardián de la medicina y sus secretos.
Lo primero que hay que tener en cuenta al preparar el osito de protección es que el material con el que esté hecho y las hierbas incluirás no causen alergia o afecten al pequeño. Recuerda que la idea es que el oso esté en la cama con él y que el niño pueda abrazarlo si lo desea.
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Haz un pequeño agujero al osito, si es posible en alguna costura, por ahí introducirás la mezcla de hierbas protectoras. Puedes elegir máximo cuatro y mínimo tres de estas plantas: lavanda, salvia, albahaca, valeriana, manzanilla, romero, ruda o verbena.
Realiza la mezcla herbal de tu elección y enciende una vela dedicada a los ángeles protectores del pequeño, visualiza las hierbas como un escudo protector y saca un poco de relleno del oso, introduce la mezcla de hierbas (no más de tres cucharadas), regresa el relleno y cierra con hilo y aguja.
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Puedes dejar el osito cerca de la vela para sus ángeles mientras esta se consume, sólo ten mucho cuidado con la flama. El ritual es más efectivo si es ejecutado durante una noche de luna llena.
Entrégale el osito al niño y dile que lo mantenga junto a su cama o con él para protegerlo durante la noche.
