¿Recuerdas la película “La huérfana”?, sí esa cinta en la que una pareja adopta a una niña que resulta ser una mujer adulta con problemas mentales. Pues la realidad superó la ficción, y es que para Michael Barnett y Kristine Elizabeth Barnett lo que inició como una adopción de una tierna niña terminó como una pesadilla.
En el año 2010 Michael y Kristine adoptaron a Natalia que supuestamente tenía 6 años, una niña que no era lo que parecía; sino que en realidad era una adolescente con actitudes psicópatas que quería matar a sus nuevos padres.
Natalia padece una displasia espondiloepifisaria congénita, que había causado enanismo.
Incluso, los padres de la pequeña psicópata mostraron una carta escrita por un médico, en la que se le describe a Natalia como “una adulta con signos de edad evidentes en dientes, cabello y desarrollo sexual”.
La “niña” amenazaba a sus padres, les mostraba dibujos donde era evidente que deseaba asesinarlos para luego enredarlos en sábanas y enterrarlos en el patio trasero, además que intentó envenenarlos poniendo químicos en los alimentos.
“Se paraba a vernos en medio de la noche. No podías irte a dormir. Tuvimos que esconder todos los objetos afilados […] La vi poner productos químicos, lejía, Windex algo así, en mi café y le pregunté, ¿qué estás haciendo? Ella dijo: Estoy tratando de envenenarte”, declaró Kristine Barnett a un medio de comunicación.
La pareja fue acusada de negligencia por abandonar a su hija adoptiva y mudarse a Canadá, Natalia contó a la policía que había sido abandonada por sus padres, y que antes de hacerlo le habían cambiado su edad legal, de 11 a 22 años.
Michael Barnett y Kristine Elizabeth Barnett fueron acusados de abandono infantil, estuvieron presos por las acusaciones en su contra y lograron la libertad bajo fianza luego de pagar cinco mil dólares; sin embargo, el caso continúa y ayer 24 de septiembre fue la primera audiencia ante el juzgado.
“Los medios me están pintando como un abusadora de niños, pero aquí no hay niños […] Natalia era una mujer, tenía períodos, tenía dientes adultos. Nunca creció ni una pulgada Todos los doctores confirmaron que padecía enfermedades psicológicas graves que sólo se diagnostican en adultos”, confesó Kristine Barnett.
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