Los claveles son de las flores más comunes y famosas en el mundo, además de que existen diversas variedades y colores. Su nombre proviene desde tiempos de los griegos que le llamaban Dianthus que significa “flores de Dios”.
Existe una leyenda cristiana acerca del origen de estas flores pues se cree que los claveles nacieron cuando las lágrimas de la Virgen María cayeron al suelo al llorar la muerte de Jesús.
De ahí la superstición que se le atribuye a los claveles: Si te arden o duelen los ojos, puedes frotarlos con pétalos de clavel rojo o rosa para aliviar las molestias ya que “las lágrimas de la Virgen” te ayudarán. También se dice que son el símbolo del amor de madre que nunca disminuye ni se muere.
En rituales esotéricos, a los claveles se les relaciona a la protección, la fuerza y la curación, incluso se recomienda llevar claveles a un enfermo para darle fuerza y energía para recuperarse.
También se pueden utilizar las flores secas de clavel, poniéndolas en saquitos o agregándolas a inciensos o hierbas para sahumar.
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Cada color tiene un significado diferente:
Claveles blancos
Simbolizan la pureza, la salud y la fortaleza.
Claveles rojos
Simbolizan la protección, el amor romántico y la pasión.
Claveles rosas
Representan el amor incondicional y el apoyo.
Claveles amarillos
Atraen la buena suerte.
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