Más de 2.000 objetos de plata que pesan 400 kilos forman parte de un tesoro de la familia Naryskin que fue dado por perdido después de la Revolución bolchevique hace un siglo, hasta que unos obreros lo descubrieron por azar y ahora se expone en San Petersburgo.
Gran familia de la nobleza en la época zarista, los Naryshkin huyeron de Rusia después de la Revolución bolchevique de 1917. Fue en una de las mansiones que les pertenecían en la segunda ciudad del país donde se descubrió este tesoro estimado en unos 2,6 millones de euros.
"Un hallazgo de este tipo es extremadamente extraño: un tesoro que íntegramente perteneció a una misma familia y está muy bien conservado. Es único", celebró el martes Olga Taratynova, directora del museo del palacio de Tsárskoye Seló (La Villa de los Zares), donde volvió la colección.
El tesoro fue descubierto en 2012 durante los trabajos de reparación en un edificio situado en pleno centro de la antigua capital imperial.
Los obreros hallaron por casualidad, después de haber roto la mampostería de ladrillos, una pequeña sala secreta con cajas repletas de objetos de metales preciosos.
Según la prensa local, los obreros intentaron robarse el tesoro antes de ser sorprendidos cometiendo el delito.
Los objetos fueron entregados en 2018 por el Estado al museo de Tsárskoye Seló, situado en un antiguo palacio imperial cerca de San Petersburgo.
Se trata de objetos de uso diario como cubiertos de mesa realizados por los mejores joyeros rusos, principalmente en plata, espejos, incensario, medallas y diversos objetos decorativos. Todo estaba cuidadosamente embalado en periódicos y tejidos empapados en ácido acético, lo que permitió su buena conservación.
"En ese momento, todo esto formaba parte de la vida cotidiana de una de las familias más ricas de Rusia", destacó Taratynova, señalando el "gran valor artístico", por ejemplo, de un servicio de mesa realizado por el joyero de la corte imperial.