El 1 de octubre de 2024 será un día histórico para México, ya que marcará la toma de protesta de Claudia Sheinbaum como Presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, convirtiéndose en la primera mujer en asumir este cargo. En esta ceremonia solemne, uno de los momentos más representativos será cuando Sheinbaum reciba la banda presidencial, un símbolo patriótico que encarna la autoridad y responsabilidad del Ejecutivo.
La banda presidencial será entregada en un acto simbólico por el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, a la diputada Ifigenia Martínez, quien, a su vez, se la entregará a Claudia Sheinbaum, iniciando oficialmente su mandato. Este paso de la banda no es solo un protocolo, sino un gesto que representa la continuidad de la soberanía y el poder ejecutivo en México.
¿Quién confecciona la banda presidencial?
Detrás de este emblema patriótico se encuentra un trabajo artesanal minucioso, a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que, por ley, es la única institución autorizada para su elaboración. En esta ocasión, la confección de la banda presidencial tiene un carácter particularmente simbólico, ya que el proceso está siendo realizado por una soldada.
Evangelina Rentería de la Cruz, originaria de la Ciudad de México y residente en la alcaldía Iztapalapa, es la encargada de bordar los últimos detalles del escudo nacional en la banda. Con 17 años de experiencia en la Fábrica de Vestuario y Equipo de la Sedena, Rentería ha sido responsable de confeccionar banderas y otros símbolos patrios para diversas ceremonias oficiales. Su trabajo, captado en imágenes compartidas en redes sociales por la Secretaría de Gobernación (Segob), muestra cómo corta hilos de oro y borda a mano el escudo nacional, garantizando la calidad y el respeto que este símbolo demanda.
La Sedena y la elaboración de la banda presidencial
La Sedena, bajo la dirección de Luis Crescencio Sandoval, es la responsable de confeccionar la banda presidencial debido a varias razones históricas y prácticas. El proceso involucra protocolos estrictos de seguridad y confianza, asegurando que el símbolo sea manejado con el respeto y la precisión que exige su naturaleza. Además, la participación de esta dependencia subraya el profundo simbolismo de la banda presidencial, un recordatorio constante de la soberanía y la integridad del Estado.
La banda presidencial, además de ser un símbolo de poder, es un elemento fundamental en ceremonias oficiales y actos protocolarios. Los colores verde, blanco y rojo de la bandera mexicana están presentes en su diseño, junto con el escudo nacional, el cual es bordado con precisión y cuidado para reflejar la importancia de la prenda.
Cambios en la banda presidencial a lo largo del tiempo
A lo largo de los años, la banda presidencial ha experimentado ligeros cambios en su diseño. De acuerdo con el artículo 34 de la Constitución, la banda debe ser usada por el presidente o presidenta sobre el hombro derecho, cruzando al costado izquierdo, y es una representación directa de la bandera nacional.
Hasta 2010, durante el mandato de Felipe Calderón, la banda presidencial se usaba con el color verde en la parte superior, seguido por el blanco y el rojo en la parte inferior. Sin embargo, durante su sexenio, la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional fue modificada, invirtiendo el orden de los colores: el rojo quedó en la parte superior y el verde en la inferior. Esta versión de la banda fue utilizada por Calderón y también por Enrique Peña Nieto.
No obstante, con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder en 2018, se regresó al orden original de los colores, con el verde en la parte superior. Claudia Sheinbaum portará esta versión de la banda presidencial, simbolizando no sólo la continuidad del gobierno, sino también el regreso a las tradiciones en cuanto al uso de este importante símbolo patrio.
Un nuevo capítulo para México
La toma de protesta de Claudia Sheinbaum como presidenta y su primera vez portando la banda presidencial marcará un momento trascendental en la historia de México. Este símbolo, bordado por manos expertas y custodiado por una tradición de siglos, representa el inicio de un nuevo capítulo para el país, bajo el liderazgo de su primera mujer presidenta.
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