Un infarto sucede cuando un coágulo de sangre obstruye la irrigación sanguínea hacia el corazón. Los síntomas más comunes incluyen rigidez o dolor en el pecho, el cuello, la espalda, los brazos, fatiga, mareos, ritmo cardiaco anormal y ansiedad.
La mayoría de los ataques cardíacos los provoca un coágulo que bloquea una de las arterias coronarias.
Las arterias coronarias llevan sangre y oxígeno al corazón, si el flujo sanguíneo se bloquea el corazón sufre por la falta de oxígeno y las células cardíacas mueren.
Las personas que padecen diabetes son más propensas a sufrir ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares que quienes no la padecen.
Prevención de un ataque cardíaco
Caminar 30 minutos diarios, como mínimo, puede ayudar a prevenir un ataque cardíaco o un ataque cerebral. Por lo que los médicos recomiendan realizar ejercicio todos los días.
Bajar de peso, en caso de tener sobrepeso, ayudará al paciente a reducir los riesgos de un accidente cardiovascular o un ataque cardíaco.
Dejar de fumar es lo que más se recomienda, pues el cigarro aumenta en buena proporción el riesgo de un infarto.
Los ataques cardíacos pueden ocurrir con mayor frecuencia en estas condiciones
- Después de un aumento súbito en la actividad física
- Después del estrés emocional o físico súbito e intenso, incluyendo una enfermedad
- Cuando usted está descansando o dormido
- Cuando está activo afuera con clima frío
Esta nota es meramente informativa y no suple la atención médica
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