Pan de Muerto: ¿Dulce tradición o riesgo para la salud?

El consumo excesivo de carbohidratos y azúcares puede contribuir al aumento de peso

Rosaura Rincón / El Sol de Zacatecas

  · viernes 25 de octubre de 2024

El IMSS recomienda optar por versiones simples del pan de muerto, es decir, sin rellenos y con una cantidad moderada de azúcar en la superficie. / Crisanta Espinosa / Cuartoscuro.com

Con la llegada de la temporada de Día de Muertos, el pan de muerto se convierte en el protagonista de muchas mesas mexicanas. Este tradicional dulce, que simboliza la conexión con los seres queridos que ya no están, es valorado no solo por su sabor sino también por la importancia cultural que conlleva.

Sin embargo, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha emitido recientemente una serie de recomendaciones dirigidas a la población para promover un consumo moderado de esta icónica pieza, subrayando la importancia de cuidar la salud en una época en la que la indulgencia alimentaria es común.

Según el IMSS, la cantidad ideal para disfrutar del pan de muerto sin exceder las calorías recomendadas es de medio pan pequeño, equivalente a aproximadamente 50 gramos. Este tamaño aporta alrededor de 208 calorías, lo cual puede no parecer elevado, pero se vuelve significativo cuando se consume en cantidades mayores.

La tradición y el ambiente festivo pueden llevar a muchas personas a comer varias piezas de pan de muerto en una sola celebración, lo que incrementa considerablemente la ingesta calórica y de azúcares.

El pan de muerto, característico por su forma adornada y su sabor dulce, está elaborado a base de ingredientes como harina, azúcar y mantequilla, a los que algunas variantes pueden agregar rellenos de crema o chocolate.

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Sin embargo, el IMSS recomienda optar por versiones simples, es decir, sin rellenos y con una cantidad moderada de azúcar en la superficie. Esta elección contribuye a reducir el impacto calórico y el consumo de azúcares, beneficiando así a quienes buscan disfrutar de esta tradición de forma más saludable.

El consumo excesivo de carbohidratos y azúcares, especialmente en festividades como el Día de Muertos, donde el compartir alimentos es parte central de la tradición, puede contribuir al aumento de peso y a problemas de salud a largo plazo, como la diabetes y enfermedades cardiovasculares.

Además de limitar la ingesta de pan de muerto, el IMSS aconseja complementar la alimentación con frutas y verduras, así como mantener una actividad física regular, prácticas que ayudan a equilibrar el organismo y a mantener un estilo de vida saludable.

Estas recomendaciones no buscan restringir la celebración, sino promover un consumo más consciente y equilibrado, que permita a las familias mexicanas disfrutar de sus tradiciones sin comprometer su bienestar.



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