Cada año, septiembre se pinta de amarillo como símbolo de una campaña mundial de vital importancia: la prevención del suicidio. Desde 2003, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) promueven el 10 de septiembre como el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, y en muchos países, incluido México, el mes completo se ha dedicado a sensibilizar a la población sobre este problema de salud pública.
El Mes Amarillo, como se le ha denominado, tiene como objetivo principal visibilizar una realidad alarmante. Según datos de la OMS, más de 700 mil personas pierden la vida por suicidio cada año en todo el mundo. El suicidio es una de las principales causas de muerte en personas jóvenes, siendo especialmente preocupante en los rangos de edad de 15 a 29 años. Detrás de estas cifras se esconden historias de sufrimiento emocional, falta de acceso a tratamientos de salud mental, y muchas veces, la falta de información o atención adecuada.
El significado del color amarillo
El amarillo ha sido adoptado como el color simbólico de esta campaña, evocando la luz, la esperanza y la necesidad de iluminar aquellos rincones oscuros donde muchas personas luchan en silencio con su salud mental. Las organizaciones y comunidades alrededor del mundo utilizan el color amarillo en sus eventos, marchas y actividades de concientización, como una forma de manifestar apoyo a quienes están atravesando por momentos difíciles.
Concientización y prevención
Durante el mes de septiembre, distintas instituciones de salud, asociaciones civiles y centros educativos organizan campañas de concientización que incluyen conferencias, talleres, y eventos comunitarios. En redes sociales, se promueven hashtags como #MesAmarillo y #HablemosDelSuicidio, incentivando a las personas a participar en la conversación y a derribar los estigmas que rodean las enfermedades mentales.
Uno de los mensajes clave de la campaña es que "El suicidio puede prevenirse". La educación sobre la salud mental, el fortalecimiento de los servicios de apoyo y la promoción de una cultura de cuidado emocional son herramientas esenciales para salvar vidas. En este sentido, se subraya la importancia de escuchar, acompañar y estar atentos a las señales de alerta, como el aislamiento social, los cambios bruscos de comportamiento o la expresión de pensamientos suicidas.
Acciones Locales e Internacionales
En México, organizaciones como el Instituto Nacional de Psiquiatría y el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia promueven durante este mes diversas actividades para acercar a las personas a los servicios de apoyo. A nivel mundial, se llevan a cabo iniciativas como la "Caminata para la Prevención del Suicidio", promovida por la IASP, que invita a personas de todas las edades a caminar juntas, iluminando las ciudades con el amarillo característico.
Además de la concientización, el Mes Amarillo es también un llamado a las autoridades para que destinen más recursos a la salud mental. La OMS insiste en que es necesario aumentar la inversión en programas de prevención, tratamiento y apoyo, especialmente en países donde el acceso a estos servicios es limitado.
Hacia una cultura de prevención
En el Mes Amarillo, el mensaje es claro: no estás solo. Todos podemos contribuir a crear una cultura más empática, donde las personas sientan que pueden hablar de su sufrimiento sin miedo al juicio o al rechazo. La prevención del suicidio no es solo tarea de especialistas en salud mental, sino de todos nosotros, como individuos y como sociedad.
Al finalizar septiembre, la lucha no termina. Los desafíos que enfrentan las personas con problemas de salud mental persisten, y es deber de todos continuar generando espacios seguros y de apoyo. El Mes Amarillo nos recuerda que, con empatía, escucha y solidaridad, podemos iluminar la vida de quienes más lo necesitan.