El repunte de suicidios en niños y adolescentes registrado durante los años de pandemia de Covid-19 se ha mantenido hasta la actualidad en el estado de Zacatecas, según registros de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE).
Del 2020 al 2023, se registraron en Zacatecas 31 muertes por lesiones autoinfligidas en dicho grupo de edad, de las cuales 10 corresponden a niños y niñas de entre ocho y 13 años.
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Tan sólo el año pasado, se documentaron nueve muertes en menores de edad, incluido el caso de la víctima más joven que se tenga registro: un niño de ocho años cuyo deceso ocurrió en el municipio de Villa García.
En el mismo año, se registraron los casos de una niña de 11 y un niño de 12, en la capital del estado, así como los de dos adolescentes del sexo femenino, de sólo 13 años, en los municipios de Río Grande y Nochistlán.
A lo anterior se suman las defunciones de tres adolescentes de 15, 16, 16 y 17 años, ocurridos en los municipios de Sombrerete, Fresnillo 16, General Francisco R. Murguía y Guadalupe respectivamente.
En los últimos cuatro años, la Fiscalía ha registrado 327 suicidios de personas de todos los grupos de edad en el estado de Zacatecas, desde niños hasta un adulto mayor de 81 años.
El año con mayor incidencia fue el 2021 con 112, seguido por el año 2023 con 93 y el 2022 con 85. Todos los años post pandemia superan claramente la incidencia de los años previos, pues en el año 2018 y 2019, la Fiscalía tiene registro de sólo 28 y 34 respectivamente.
Factores de riesgo
Carlos Alberto García Chávez, jefe del departamento de Salud Mental y Adicciones de la Secretaría de Salud de Zacatecas (SSZ) explicó que existen muchos factores que influyen en la presentación de conductas suicidas, los cuales deben ser detectados a tiempo por padres y maestros, para que sean atendidos por profesionales oportunamente.
La pandemia ha generado un auge en muchas situaciones que demanda atención mental y por trastornos por uso de sustancias
Explicó que se está viviendo “una nueva pandemia de salud mental a raíz de lo que dejó el Covid-19”, por el aislamiento y la suspensión de actividades presenciales por un largo periodo en el que los niños y los jóvenes dejaron de asistir a los centros escolares.
Actualmente –dijo- entre las principales causas de atención se encuentran la depresión, los trastornos de conducta y personalidad y ansiedad.
Otros factores que mencionó como propiciadores de dichos trastornos, son el ritmo de la vida cotidiana actual, la disminución de la convivencia familiar, e incluso el temor que provoca la percepción de inseguridad:
“Están las noticias que los medios difunden, y hacen que se incrementen los niveles de ansiedad, de estrés que nos predispone a que se agraven algunos padecimientos emocionales”, agregó.
García Chávez exhortó a los padres y maestros a que actúen y pidan ayuda a expertos en salud mental en caso de que perciban cambios de conducta en sus hijos y alumnos. También aconsejó a quienes presenten estos problemas a llamar a “la línea de la vida”, al número telefónico 800 911 2000.
La SSZ cuenta también con siete Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones (Cecosama), donde se brinda atención a pacientes que acuden de forma directa o referidos de otras áreas de primer nivel de atención.
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