Rita Cetina Gutiérrez fue una destacada educadora, poeta y feminista mexicana que marcó un antes y un después en la lucha por los derechos de la mujer en México, especialmente en el ámbito educativo.
Nacida en Mérida, Yucatán, en 1846, Cetina se dedicó incansablemente a abrir oportunidades educativas para las mujeres en una época donde el acceso a la enseñanza formal era limitado para ellas.
En 1870, Rita Cetina fundó La Siempreviva, una escuela secular que ofrecía educación integral a mujeres, incluyendo materias que hasta entonces solo eran accesibles para los hombres, como ciencias naturales, matemáticas, historia, geografía y literatura.
Este espacio fue revolucionario, ya que no solo buscaba enseñar habilidades básicas, sino también fomentar el pensamiento crítico y empoderar a las mujeres para que pudieran tener un papel activo en la sociedad.
Cetina no se limitó solo a la enseñanza académica. También promovió la creación de una revista homónima, La Siempreviva, que sirvió como una plataforma para la difusión de ideas feministas y liberales.
La publicación, dirigida y escrita principalmente por mujeres, se convirtió en un canal de expresión para aquellas que, hasta entonces, habían sido marginadas del discurso público. En sus páginas, Cetina y otras intelectuales de la época abordaban temas como la igualdad de género, el acceso a la educación, la participación de las mujeres en la vida política y el derecho al voto.
El impacto de su labor se reflejó en el creciente interés de las mujeres por acceder a la educación, y su escuela se convirtió en un referente en la región. Rita Cetina también fue una activista que abogó por los derechos de las niñas y jóvenes, y su trabajo sentó las bases para el feminismo en México.
A pesar de los desafíos que enfrentó, Rita Cetina Gutiérrez nunca dejó de luchar por la causa que defendía. Su legado sigue vivo en el sistema educativo mexicano, y su figura es recordada como una de las precursoras del feminismo en el país, un ejemplo de cómo la educación puede ser una herramienta poderosa para la transformación social.
Hoy, su nombre resuena en instituciones educativas y feministas, y su vida sigue siendo un modelo de perseverancia y compromiso por la igualdad de género en México.
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