Este 22 de julio se celebra la fiesta de Santa María Magdalena, apóstola de los apóstoles, personaje bíblico controvertido y que es confundido entre tantas Marías Magdalenas mencionadas en el Nuevo Testamento.
La fiesta en honor de Santa María Magdalena es de reciente creación, por iniciativa del Papa Francisco fijada a través de un decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, datado el 3 de junio de 2016, anteriormente la fiesta figuraba en el Calendario Romano con el grado de “memoria obligatoria”.
Magdalena proviene del griego bíblico Μαγδαλήνη (Magdalene), “habitante de Magdala” pero también del arameo magdal, “Torre”. Magdala era un pueblo de pescadores y también era conocido como la «torre de los peces». Muy difundido desde la Edad Media.
Sin duda la figura de María Magdalena es muy controvertida.
Algunas veces se le relaciona con la mujer que Jesús salvó de ser apedreada (Jn 8, 3-11), con la pecadora arrepentida (Lc 7, 36-50) o con la hermana de Marta y Lázaro; pero de lo que no cabe duda es que María Magdalena tiene un papel entrañable en la comunidad de los seguidores de Jesús.
Después de la Virgen María es la mujer más nombrada en los evangelios. Se le menciona en 12 ocasiones. Es nombrada cuando Cristo expulsó de ella siete demonios y cuando, junto con otras mujeres, servía a Jesús con sus bienes (Lc 8, 2); fue fiel a su maestro y estuvo con la Virgen y Juan al pie de la cruz. Además, en la mañana de Pascua, fue encomendada por Jesús para anunciar su resurrección: “Ve a mis hermanos y diles: subo a mi Padre y su Padre, a mi Dios y su Dios” (Jn 20, 17). Seguramente estuvo presente el día de Pentecostés: “Perseveraban en la oración, en compañía de algunas mujeres” (Hch 1, 14). Y continuó anunciando a Cristo resucitado.
María Magdalena también es conocida como “apóstola entre los apóstoles” porque fue la primera en anunciar la resurrección a los demás apóstoles de Jesús, y “evangelista”, como portadora de la Buena Nueva.
Juan el evangelista la muestra bajo la cruz junto con la Virgen María: “Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María la esposa de Cleofás, y María Magdalena” (Jn 19,25-27).
Según tradiciones, murió en Francia o Éfeso.
_________________________________________________________________________________________________
El Sol de Zacatecas te recomienda escuchar
_________________________________________________________________________________________________
El encuentro de María Magdalena y Jesús
El nombre de María Magdalena se deriva de Magdala, una población situada sobre la orilla occidental del mar de Galilea, cerca de Tiberíades, en la que Jesús encontró por primera vez a aquella mujer.
Lucas hace notar que era una pecadora (aunque no afirma que haya sido una prostituta, como se supone comúnmente). Cristo cenaba en casa de un fariseo donde la pecadora se presentó y al momento se arrojó al suelo frente al Señor, se echó a llorar y le enjugó los pies con sus cabellos. Después le ungió el perfume que llevaba en un vaso de alabastro. El fariseo interpretó el silencio de Cristo como una especie de aprobación del pecado y murmuró en su corazón. Jesús le recriminó por sus pensamientos. Le preguntó en forma de parábola cuál de dos deudores debe mayor agradecimiento a su acreedor: aquél a quién se perdona una deuda mayor, o al que se perdona una suma menor.
En el capítulo siguiente, Lucas, habla de los viajes de Cristo por Galilea, dice que le acompañaban los apóstoles y que le servían varias mujeres.
El evangelio apócrifo de María Magdalena
Existe un Evangelio de María Magdalena, que es apócrifo y es un evangelio gnóstico, es decir uno de los textos elaborados por los filósofos-místicos de Alejandría en Egipto, alrededor del siglo II, teóricos del gnosticismo cristiano.
Según los gnósticos, la salvación del hombre pasa por la comprensión de que él es imperfecto, al igual que el mundo en que vive, pero Dios es perfecto y eterno, y ha enviado sus emanaciones al mundo, Cristo y Sofía (el Espíritu Santo), en las personas de Jesús y María Magdalena.
En el Evangelio de María Magdalena, en efecto, se da un amplio espacio a la importancia de la discípula predilecta del Señor, en el gran plan divino, tanto que, sólo a ella, el Altísimo habría confiado su enseñanza superior.
De la oscuridad a la luz
La Iglesia Católica resalta este día a María Magdalena como un ejemplo para todos los cristianos de perseverancia, que recuerda que después de pasar la noche oscura, de la desolación y soledad, en el momento del encuentro con Cristo, el dolor se convierte en gozo.