Cada 24 de febrero se celebra en México el Día de la Bandera, una fecha muy importante en la que se realizan desfiles y eventos oficiales por parte de las autoridades.
La bandera de México forma parte de los lábaros patrios, que están conformados por el escudo, el himno nacional y la bandera.
La bandera de México ha sufrido muchos cambios desde su creación; sin embargo, hay elementos que son constantes y no han cambiado, un ejemplo de ello son sus colores.
El simbolismo de la bandera de México tiene mucho que ver con la época en la que fue creada, pues esta surgió en el contexto bélico de la Independencia, y tanto los colores como el escudo hacen alusión a los ideales de ese momento histórico.
El color rojo hace alusión a la sangre derramada por los héroes en la lucha por un México libre, el blanco significa la paz a la que se aspiraba tras la guerra, mientras que el color verde hace referencia a la esperanza.
Origen de la bandera de México
Su origen ocurre durante el desenlace de la lucha independentista. Con la formación del Ejército Trigarante en 1821, surgió la necesidad de crear un emblema donde fueran representados los ideales de religión, independencia y unión en tres colores: blanco, verde y rojo, respectivamente.
Un año más tarde, en 1822, se modificó el diseño del estandarte. Sus franjas, que originalmente eran diagonales, se colocaron verticalmente y se ordenaron en verde, blanco y rojo; asimismo, el Escudo Nacional fue incluido y colocado al centro.
Dicha estructura prevaleció durante casi un siglo y medio, hasta que en 1968 se creó la versión que hoy conocemos.