Existe una bendición que sólo el Papa puede impartir y lo hace en dos ocasiones al año: el día de Navidad y el Domingo de Resurrección. Se trata de la bendición Urbi et Orbi “a la ciudad [Roma] y al mundo”.
Se trata de una bendición solemne que el Papa imparte como obispo de la ciudad de Roma al mundo, por ello lo hace también al ser electo cabeza de la Iglesia Católica, es decir, al final del cónclave, cuando se presenta ante Roma y el mundo como nuevo sucesor de San Pedro.
¿Desde dónde se imparte y qué se obtiene?
La bendición Urbi et Orbi se hace desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, llamado Balcón de las bendiciones y que es adornado con cortinas y colgantes y se coloca el trono del Papa.
Para impartir la bendición, el Papa suele revestirse con ornamentos solemnes (mitra, báculo, estola y capa pluvial), para llegar al balcón va precedido de cruz procesional y acompañado de cardenales-diáconos y ceremonieros.
Las palabras latinas Urbi et Orbi significan “a la ciudad [Roma] y al mundo” era la fórmula habitual con la que comenzaban las proclamas del Imperio Romano.
Para los fieles católicos esta bendición otorga la remisión de las penas ocasionadas por pecados ya perdonados, es decir, confiere una indulgencia plenaria bajo las condiciones determinadas por el Derecho Canónico (haber confesado y comulgado y haber caído en pecado mortal).
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El perdón de la culpa por el pecado
Los fieles católicos saben que la culpa por el pecado es remitida por el Sacramento de la Reconciliación (confesión), de manera que la persona vuelve a estar en gracia de Dios, por lo cual se salvará si no vuelve a caer en pecado mortal.
Sin embargo, la pena debida por esos mismos pecados debe ser satisfecha, es decir, se debe reparar y compensar el desorden introducido por el pecado, lo cual se lleva a efecto por medio de la penitencia impuesta en el Sacramento de la Reconciliación, por medio de otras obras buenas y, en último caso, por medio del sufrimiento del Purgatorio.
Dado que la indulgencia plenaria remite completamente esa pena debida, el fallecido sin haber caído nuevamente en pecado no ha de pasar por el purgatorio y accede directamente al cielo.
De acuerdo a las creencias de los fieles, los efectos de la bendición Urbi et Orbi se cumplen para toda aquella persona que la reciba con fe y devoción, incluso si la recibe a través de los medios de comunicación como la televisión, radio, internet, etcétera.
Se imparte en latín
La bendición papal Urbi et Orbi se imparte en latín con la siguiente fórmula:
- Sancti Apostoli Petrus et Paulus, de quórum potestate et auctoritate confidimus, ipsi intercedam pro nobis ad Dominum.
– Amen.
– Precibus et meritis beatæ Mariae semper Virginis, beati Michaelis Archangeli, beati Ioannis Baptistæ et sanctorum Apostolorum Petri et Pauli et omnium Sanctorum misereatur vestri omnipotens Deus et dimissis omnibus peccatis vestris, perducat vos Iesus Christus ad vitam æternam.
– Amen.
– Indulgentiam, absolutionem et remissionem omnium peccatorum vestrorum, spatium verae et fructuosae penitentiæ, cor semper penitens et emendationem vitae, gratiam et consultationem sancti Spiritus et finalem perseverantiam in bonis operibus, tribuat vobis omnipotens et misericors Dominus.
– Amen.
– Et benedictio Dei omnipotentis (Patris et Filii et Spiritus sancti) descendat super vos et maneat semper.
– Amen.
La traducción en español aproximada es como sigue:
"Los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, de cuyo poder y autoridad estamos seguros, pueden interceder para nosotros al Señor."
Todos: "Amén"
"Por a las oraciones de siempre Virgen María bendecida, bendecido Miguel el Arcángel, bendecido Juan el Bautista, y los apóstoles santos Pedro y Pablo, y todos los santos: puede Dios todopoderoso tener piedad por Usted, perdonarle sus pecados, y Jesús Cristo le puede traer a vida siempre duradera."
Todos: "Amén"
"El señor omnipotente y caritativo os concede legado, distribución y perdón de todos Vuestros Pecados, un período de arrepentimiento auténtico y fértil, un corazón siempre penitente y mejora de la vida, la piedad y consuelo del Espíritu Santo, y la perseverancia final en buenas obras."
Todos: "Amén"
"Y la bendición del Dios omnipotente, del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo descienda y permanezca entre vosotros siempre."
Todos: "Amén"
