Cada diciembre, las calles y los hogares de México se llenan de color, música y alegría con la celebración de las posadas navideñas, una tradición que combina elementos religiosos, culturales y sociales. Pero, ¿ sabes de dónde proviene esta festiva costumbre?
El origen de las posadas se remonta a la época prehispánica, cuando los mexicas celebraban durante diciembre el "Panquetzaliztli", un festival en honor a Huitzilopochtli, el dios de la guerra. Estas ceremonias incluían danzas, ofrendas y cantos.
Con la llegada de los españoles y la evangelización, los frailes franciscanos adaptaron estas festividades a las enseñanzas cristianas.
En el siglo XVI, instauraron las "misas de aguinaldo" para preparar a los fieles para la Navidad. Estas celebraciones se realizaban durante los nueve días previos al 25 de diciembre, representando los nueve meses de embarazo de la Virgen María o los nueve días que José y María buscaron refugio antes del nacimiento de Jesús.
Evolución de la tradición
Originalmente, las posadas se llevaban a cabo dentro de las iglesias, pero con el tiempo se trasladaron a las calles y hogares, integrando elementos populares. Una posada tradicional incluye:
- La procesión: Los participantes, conocidos como "peregrinos", cargan figuras de José y María o simples velas mientras entonan letanías pidiendo posada.
- La representación: Al llegar a la "posada" designada, se recrea el diálogo entre José, María y los dueños del lugar hasta que finalmente se les concede refugio.
- La fiesta: Una vez admitidos, comienza el festejo con piñatas, aguinaldos o bolos, comida típica como tamales y ponche, y, en ocasiones, música en vivo.
Símbolos y significado
Cada elemento de las posadas tiene un simbolismo particular:
La piñata: Tradicionalmente tiene forma de estrella de siete picos, representando los pecados capitales. Romperla simboliza la lucha contra el mal y la recompensa divina.
Las letanías: Los cantos recuerdan la fe y la perseverancia de José y María.
El ponche: Esta bebida caliente, elaborada con frutas de temporada, simboliza la hospitalidad y la alegría compartida.
Hoy en día, las posadas siguen siendo una parte esencial de las celebraciones navideñas en México. Aunque han evolucionado para incluir influencias modernas, conservan su esencia comunitaria y espiritual.
En muchas regiones, las posadas también son una oportunidad para fortalecer los lazos vecinales y familiares, mientras se mantiene viva una tradición con siglos de historia.
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