En condiciones de clima extremas, en el volcán Lluiiaillaco, el segundo más alto del mundo ubicado en el Desierto de Atacama, en Chile, se eleva un ejército de picos helados. Son llamados “penitentes” por su semejanza con algunos católicos que se cubren el rostro con capuchas puntiagudas en algunas celebraciones. Pero no sólo en la Tierra existen estas formaciones, también existen unas muy similares en Plutón.
Charles Darwin fue el primero en documentar la existencia de los penitentes, esto en el año de 1839, pero poco se sabía de las extrañas formaciones gélidas; ahora se sabe que los picos de hielo que se erigen en medio del desierto albergan vida.
Los penitentes pueden medir desde cinco centímetros hasta cinco metros de altos, su formación se debe a una mezcla de condiciones climáticas extremas, vientos y radiación solar.
En Plutón se forman campos de púas de cientos de metros de alto, muy similares a los que se pueden encontrar en Chile. Plutón está cubierto por una gruesa capa de hielo, tiene su superficie roturada por surcos y presenta algunas elevaciones.
¿Cómo se forman los penitentes en la Tierra?
Los rayos del sol calientan la nieve en un ángulo particular y esto produce que unas zonas se sublimen más rápido que otras, según se recoge en un artículo de BBC.
Conforme el hielo va perdiendo masa se van formando las hendiduras curvadas, como los dientes de un cuchillo. Estas hendiduras a su vez concentran los rayos del sol, así que se subliman aún más rápido.
¿Hay vida en los penitentes?
Según una investigación en Plutón han hallado formaciones similares a los penitentes, y se piensa que también las puede haber en Europa, una de las lunas de Júpiter.
"Curiosamente, la mayoría de las algas de nieve que se encuentran en este sitio están estrechamente relacionadas con otras algas de nieve de ambientes alpinos y polares", dijo la bióloga Lara Vimercati.