Escuchar música provoca un gran número de estímulos cerebrales que influyen de manera directa en nuestra vida, a través de los sonidos podemos relajarnos, bajar los niveles de estrés o controlar la fatiga.
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La música es un recurso que todos tenemos a la mano, ya sea en plataformas digitales, en algún disco compacto, casete o con sólo encender la radio.
Reduce la ansiedad
Escuchar tu música favorita reduce los niveles de ansiedad, tu canción favorita es capaz de bajar los niveles de cortisol, la hormona que está relacionada con el estrés.
Desórdenes neurológicos
Para enfermedades como el autsmo, parkinson o alzheimer la música es una gran terapia, pues los sonidos aumentan la comunicación neuronal, la elasticidad y plasticidad del cerebro.
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Fortalece el sistema inmunológico
La música aumenta la producción de plaquetas, estimula los linfocitos y la protección celular. Además, reduce los niveles de cortisol, lo que se podría traducir como una disminución de la respuesta inmue.
Reduce la presión arterial
Escuchar 30 minutos de música clásica puede ayudar a bajar considerablemente la presión arterial.
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