Este lunes 29 de julio, por primera vez, llegó a la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México la reliquia de San Judas Tadeo, una reliquia de primer grado.
La palabra "reliquia" proviene de "restos", y se refiere a partes del cuerpo o vestimenta de un santo, personas que vivieron de acuerdo con el mensaje evangélico y mostraron una vida heroica.
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La veneración de las reliquias comenzó durante las persecuciones en las catacumbas, donde los cristianos enterraban a sus mártires. Con el tiempo, esta práctica se extendió a todos aquellos considerados santos por la Iglesia.
Las reliquias se clasifican en tres grados:
- Primer grado: un fragmento del cuerpo.
- Segundo grado: un fragmento de su ropa o de algún objeto usado por el santo (rosario, Biblia, cruz, etc.), o relacionado con el sufrimiento de un mártir.
- Tercer grado: cualquier objeto que ha sido tocado a una reliquia de primer grado o a la tumba de un santo.
La reliquia de San Judas Tadeo que llegó a México es de primer grado, pues es el hueso de uno de sus brazos.
Historia de la reliquia de San Judas Tadeo
Según la información del sitio web de La Reliquia de San Judas Tadeo en México, tras el Edicto de Milán en 317, cuando el emperador Constantino concedió libertad de culto a los cristianos, se construyeron numerosas basílicas e iglesias en Roma. Cerca del Tíber, donde ahora se encuentra el puente de Sant’ Angelo, había un huerto de laureles conocido como "bosque de laureles". Allí se construyó un templo romano dedicado a la diosa Europa, que más tarde se llamó San Salvatore in Lauro.
Frente a la Basílica de San Salvatore in Lauro, en la Via Dei Coronari, cerca del puente Sant’ Angelo, existía una iglesia dedicada a San Judas, conocida como la iglesia de "San Tadeo". Documentos de la época indican que esa iglesia fue la parroquia local desde 1200 hasta 1825, donde se veneraba la reliquia del brazo de San Judas Tadeo, entregada al príncipe Orsini por el Papa Inocencio X, cuando las reliquias de los mártires Simón y Tadeo fueron trasladadas de la antigua Basílica Constantiniana a la actual Basílica de San Pedro.
En 1830, debido al deterioro de la parroquia de San Tadeo, la sede parroquial se trasladó a la basílica de San Salvatore in Lauro. Monsignor Sirolli, el párroco de la época, trasladó cuidadosamente las reliquias a la nueva parroquia. Al desmantelar el altar principal, se halló la reliquia del apóstol junto con un documento que certificaba su autenticidad.
Esa reliquia fue colocada en un relicario en forma de brazo bendiciendo y, desde entonces, ha sido venerada en la Basílica de San Salvatore in Lauro por millones de fieles de todo el mundo.
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