La inteligencia atrae. Al menos en el caso de los periquitos. Investigadores chinos y holandeses publicaron un estudio en la revista especializada "Science", según el cual las hembras de estas aves dejan a sus parejas aunque estén con ellas desde hace un tiempo si pueden conseguirse una más inteligente.
Sus experimentos sugieren que, de esta forma, se impulsa la evolución de las capacidades intelectuales.
El equipo liderado por Jiani Chen de la Academia China de Ciencias reunió en nueve grupos una hembra y dos machos y observó con cuáles pasaba más tiempo la hembra, es decir, a qué pareja prefería. Finalmente, los investigadores entrenaban al macho desdeñado en el arte de abrir los boxes de comida con su pico.
Entonces comenzaba el verdadero experimento: los investigadores volvían a reunir a los tres animalitos y observaban si la nueva capacidad del macho desdeñado lo hacía aparecer bajo una nueva luz para la hembra. La respuesta fue unívoca: después de que el macho hubiera demostrado sus nuevas habilidades y el rival fallara, la hembra de periquito volvía con su anterior pareja.
En resumen, la hembra dejaba solo al otro macho en la barra y pasaba más tiempo junto al candidato previamente rechazado. Cuando los investigadores hacían el mismo experimento con hembras, éstas no cambiaban su preferencia.
Los investigadores afirmaron que esto significa que las capacidades intelectuales superiores influyen en la elección de la pareja en el caso de los animales. El resultado apoya la teoría de Charles Darwin: la preferencia por compañeros de reproducción inteligentes puede influir en la evolución de marcadores cognitivos.
"Si bien el resultado de la investigación no es complejo, su interpretación es menos clara", dijeron George Striedter y Nancy Burley de la Universidad de California (Irvine/USA) en un comentario sobre el estudio. Las hembras no tuvieron posibilidad de resolver la tarea y reconocer como problema que era necesaria una solución inteligente. Es por eso que quizá hayan privilegiado a la pareja no necesariamente más inteligente, sino simplemente a la supuestamente más fuerte, explicaron los investigadores.
De todas formas, el estudio podría ser un instrumento importante para otros futuros e impulsar la investigación empírica en el ámbito de la elección de la pareja y el desarrollo de características intelectuales, indicaron Striedter y Burley.