Cada diciembre, los hogares y calles de México y el mundo se adornan con la vibrante belleza de la flor de nochebuena, también conocida como poinsettia.
Su intenso color rojo y su simbolismo la han convertido en un emblema de la Navidad. Pero, ¿qué hay detrás de esta flor y por qué está tan ligada a esta festividad?
Un origen del México Prehispánico
La Nochebuena tiene sus raíces en México, donde era conocida por los mexicas como "cuetlaxóchitl".
Esta planta era venerada por su color rojo intenso, que simbolizaba la sangre y la vida. Era utilizada en rituales y como ofrenda a sus dioses, especialmente durante celebraciones relacionadas con el solsticio de invierno.
Una transformación religiosa
Con la llegada de los españoles y el proceso de evangelización, los misioneros aprovecharon el simbolismo de la flor para integrarla en las tradiciones cristianas.
La cuetlaxóchitl comenzó a asociarse con el nacimiento de Jesús, y su forma de estrella se interpretó como una representación de la Estrella de Belén que guió a los Reyes Magos.
Según una leyenda popular mexicana, una niña humilde quería ofrecer un regalo al niño Jesús en la Nochebuena, pero no tenía nada que dar.
Un ángel la inspiró a recoger hierbas del campo, y al colocarlas en el altar, estas se transformaron en hermosas flores rojas. Desde entonces, la Nochebuena se considera un símbolo de humildad y amor desinteresado.
La popularización de la Nochebuena como “flor de Navidad” se debe en gran parte a Joel Roberts Poinsett, el primer embajador de Estados Unidos en México. En 1828, Poinsett llevó la planta a su país, donde fue bautizada como “poinsettia” en su honor. Desde entonces, su cultivo y uso decorativo se expandieron a nivel internacional.
Símbolos y colores
Aunque el rojo es el color más asociado a la Nochebuena, también existen variedades en blanco, amarillo, rosado e incluso combinaciones. Sin embargo, el rojo sigue siendo predominante, representando el amor, el sacrificio y la alegría de la Navidad.
Hoy en día, la Nochebuena es un elemento indispensable en la decoración navideña. Su presencia adorna altares, plazas y hogares, y su producción se ha convertido en una importante industria en México, especialmente en estados como Morelos, Puebla y Michoacán.
Más allá de su belleza, la Nochebuena encarna los valores esenciales de la Navidad: humildad, amor y generosidad. Su historia, que une lo prehispánico y lo cristiano, es un recordatorio de las tradiciones que enriquecen nuestra identidad y nos conectan con nuestras raíces.
EL SOL DE ZACATECAS TE RECOMIENDA ESCUCHAR EL PODCAST ⬇️