Un tratamiento pionero anti obesidad es implantar un chip en el cerebro desarrollado para enviar señales al nervio vago para que quien lo tenga permanezca con saciedad.
Se trata de un chip inalámbrico desarrollado por el departamento de ingeniería eléctrica e informática de la Universidad Texas A&M, que para su implantación requiere una cirugía mínimamente invasiva y que es posible manipular desde el exterior por control remoto.
Este microchip en principio está destinado para pacientes con un índice de masa corporal superior a 35 o que tienen al menos dos afecciones relacionadas con la obesidad, y apunta al nervio vago.
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Para el desarrollo del implante cerebral, primero utilizaron herramientas genéticas para expresar genes que responden a la luz en terminaciones específicas del nervio vago in vivo. Luego, diseñaron un dispositivo diminuto e insertaron micro LED cerca de la punta de su eje flexible. En la cabeza del dispositivo están los microchips necesarios para que se comunique de forma inalámbrica con una fuente de radiofrecuencia externa que cuando se enciende, se activa la luz de los LED e inmediatamente se anula la sensación de hambre.
Los científicos han descubierto que la sensación de saciedad no solo tiene que ver con los receptores del nervio vago que informan sobre la hinchazón del estómago, han encontrado que hay receptores que se activan ante determinados químicos de los alimentos, y que estos también podrían dar una sensación de saciedad incluso cuando el estómago no está distendido o hinchado.
Y no es ciencia ficción, el desarrollo de este dispositivo fue gracias a la optogenética inalámbrica, es decir, la creación de dispositivos para tratar enfermedades que busca identificar vías neuronales periféricas que controlan tanto el apetito como otros comportamientos.
Estos dispositivos son creados para que produzcan un estímulo eléctrico en el sistema nervioso, específicamente en el sistema de neuronas encargado del comportamiento, hábito, costumbre, o lo que sea que se quiera modificar, corregir, disminuir o aumentar.
Incluso hay en desarrollo chips de este tipo contra la ansiedad, el estrés, la memoria, etc. Se trata de hackear el cerebro, básicamente, y enviarle las instrucciones correctas para el buen funcionamiento del organismo.
