/ jueves 15 de octubre de 2020

Este 15 de octubre se celebra el Día Mundial del Amaranto

El grano se domesticó en América hace más de cuatro mil años por culturas precolombinas

El amaranto es uno de los cultivos más antiguos de Mesoamérica, el grano se domesticó en América hace más de cuatro mil años por culturas precolombinas y de allí posiblemente se difundió a otras partes del mundo.

El amaranto era utilizado para la realización de transacciones, lo consideraban sagrado porque resistía las sequías, y además como alimento proporcionaba vigor, así que era consumido por los guerreros para incrementar su fuerza.

También estaba asociado con el sol por su color rojizo. Su cultivo se realizaba en dos zonas distintas, la primera era la tierra firme donde se sembraban al lado de maíz, frijol, calabaza u otras plantas anuales, en milpas y la segunda que eran las chinampas, donde el amaranto también crecía al lado de otras plantas básicas de la dieta mesoamericana.

Disfruta la experiencia multimedia de nuestra app ¡suscríbete ya!

La producción de amaranto empezó a disminuir después de la Conquista, entre 1577 y 1890, su consumo era casi nulo. Su bajo consumo se debió al uso ritual de esta planta, pues los aztecas convertían en tzoalli la semilla molida y amasada con miel de maguey, y elaboraban panes con forma de sus deidades: Tezcatlipoca, Quetzalcóatl, Tláloc, Chalchiuhtlicue, Coatlicue, Xiuhtecuhtli, Chicomecóatl, Matlalcueye, Iztactépetl y Opuchtli, deidades que así personificaban para sacralizar “su carne” y consumirla con gran reverencia. Los españoles al ver el uso religioso de esta semilla consideraron que era una perversión a la eucaristía católica por lo que vetaron su consumo, así que cultivo fue prohibido hasta casi desaparecer, pero se logró conservar en algunas zonas apartadas de la Conquista.

Mantente informado en nuestro canal de Google Noticias

Hoy prevalece principalmente en Puebla, considerado el mayor estado productor con 1,969 hectáreas de siembra y cosecha, éste concentra el 61% de la producción nacional. Le siguen, Tlaxcala con el 22%, Estado de México con el 13%, la Ciudad de México con 3%, Oaxaca con 2% y Morelos con menos del 1%. En el 2019, obtuvieron 5,548 toneladas sembradas en 3,192 hectáreas a nivel nacional.

En la Ciudad de México, el amaranto está presente en la tradicional “alegría”, dulce típico que se elabora en el pueblo de Santiago Tulyehualco / Cortesía│Sader

Esta semilla tiene un alto potencial de rendimiento y gran diversidad de usos, gracias a sus múltiples propiedades nutricionales, es una excelente especie que promete ser no solo rentable en términos económicos, sino una fuente de alimentación sana de comunidades rurales y una alternativa como cultivo de reconversión.

Actualízate con nuestra información en Telegram

En la Ciudad de México, el amaranto está presente en la tradicional “alegría”, dulce típico que se elabora en el pueblo de Santiago Tulyehualco. Este manjar fue declarado Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México, en el marco de la clausura de la III Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México, en septiembre de 2016.

Gracias a su valor nutrimental, las alegrías se convierten en un aliado para combatir algunas enfermedades cardiovasculares y anemia, pues contiene más proteínas que el maíz y el arroz, y 80% más que el trigo; es rica en vitaminas A, B, C, B1, B2 y B3, ácido fólico, calcio, hierro y fósforo.

Te recomendamos↓

El amaranto es uno de los cultivos más antiguos de Mesoamérica, el grano se domesticó en América hace más de cuatro mil años por culturas precolombinas y de allí posiblemente se difundió a otras partes del mundo.

El amaranto era utilizado para la realización de transacciones, lo consideraban sagrado porque resistía las sequías, y además como alimento proporcionaba vigor, así que era consumido por los guerreros para incrementar su fuerza.

También estaba asociado con el sol por su color rojizo. Su cultivo se realizaba en dos zonas distintas, la primera era la tierra firme donde se sembraban al lado de maíz, frijol, calabaza u otras plantas anuales, en milpas y la segunda que eran las chinampas, donde el amaranto también crecía al lado de otras plantas básicas de la dieta mesoamericana.

Disfruta la experiencia multimedia de nuestra app ¡suscríbete ya!

La producción de amaranto empezó a disminuir después de la Conquista, entre 1577 y 1890, su consumo era casi nulo. Su bajo consumo se debió al uso ritual de esta planta, pues los aztecas convertían en tzoalli la semilla molida y amasada con miel de maguey, y elaboraban panes con forma de sus deidades: Tezcatlipoca, Quetzalcóatl, Tláloc, Chalchiuhtlicue, Coatlicue, Xiuhtecuhtli, Chicomecóatl, Matlalcueye, Iztactépetl y Opuchtli, deidades que así personificaban para sacralizar “su carne” y consumirla con gran reverencia. Los españoles al ver el uso religioso de esta semilla consideraron que era una perversión a la eucaristía católica por lo que vetaron su consumo, así que cultivo fue prohibido hasta casi desaparecer, pero se logró conservar en algunas zonas apartadas de la Conquista.

Mantente informado en nuestro canal de Google Noticias

Hoy prevalece principalmente en Puebla, considerado el mayor estado productor con 1,969 hectáreas de siembra y cosecha, éste concentra el 61% de la producción nacional. Le siguen, Tlaxcala con el 22%, Estado de México con el 13%, la Ciudad de México con 3%, Oaxaca con 2% y Morelos con menos del 1%. En el 2019, obtuvieron 5,548 toneladas sembradas en 3,192 hectáreas a nivel nacional.

En la Ciudad de México, el amaranto está presente en la tradicional “alegría”, dulce típico que se elabora en el pueblo de Santiago Tulyehualco / Cortesía│Sader

Esta semilla tiene un alto potencial de rendimiento y gran diversidad de usos, gracias a sus múltiples propiedades nutricionales, es una excelente especie que promete ser no solo rentable en términos económicos, sino una fuente de alimentación sana de comunidades rurales y una alternativa como cultivo de reconversión.

Actualízate con nuestra información en Telegram

En la Ciudad de México, el amaranto está presente en la tradicional “alegría”, dulce típico que se elabora en el pueblo de Santiago Tulyehualco. Este manjar fue declarado Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México, en el marco de la clausura de la III Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México, en septiembre de 2016.

Gracias a su valor nutrimental, las alegrías se convierten en un aliado para combatir algunas enfermedades cardiovasculares y anemia, pues contiene más proteínas que el maíz y el arroz, y 80% más que el trigo; es rica en vitaminas A, B, C, B1, B2 y B3, ácido fólico, calcio, hierro y fósforo.

Te recomendamos↓

Local

Incrementan adopciones en Zacatecas

El DIF Estatal ha concretado 16 adopciones y hay 60 trámites en proceso de revisión

Municipios

Agreden a la Guardia Nacional en Sombrerete, Zacatecas 

No se reportan heridos, ni detenidos; autoridades recomiendan precaución al circular por la zona

Doble Vía

Conoce el nuevo formato del acta de nacimiento certificada

Esta actualización del documento tiene como objetivo reforzar la seguridad y facilitar su uso en trámites digitales

Cultura

Margarita Benavides y Moisés Acosta inauguran el Festival Manuel M. Ponce

La inauguración será el martes 26 de noviembre a las 19:00 horas en el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez

Exposiciones

Alumnos de la UAZ exponen fotografías en el Teatro Fernando Calderón

La serie de imágenes, retratan principalmente las tradiciones mexicanas