Los primeros meses de 2024 han registrado un aumento significativo en las temperaturas en varias regiones del país, alcanzando máximas de 40 a 45 grados Celsius en estados como Campeche, Chiapas y Jalisco, entre otros. En estados como Coahuila y Guanajuato, las temperaturas oscilarán entre los 35 y 40 grados Celsius.
A nivel global, la situación es similar. Según el servicio de vigilancia climática Copernicus de la Unión Europea, marzo de 2024 fue el más cálido jamás registrado, con una temperatura media de 14.14 °C, superando el récord de marzo de 2016. Además, 2023 fue el año más cálido registrado según la NASA, con temperaturas globales 1.2 °C por encima del promedio de 1951-1980.
El aumento de temperaturas afecta la salud mental y la conducta humana. Mario Alberto Arias García, de la Facultad de Psicología de la UNAM, señala que las altas temperaturas pueden influir en regiones del cerebro que regulan el estado de ánimo y las conductas agresivas. Un estudio del Yale Journal of Biology and Medicine indica que cada grado de aumento en la temperatura ambiente incrementa un 1.4% el riesgo de muerte por agresión, especialmente en hombres, adolescentes y personas con menor nivel educativo. El calor puede aumentar la irritabilidad y el comportamiento agresivo.
Arias García explica que el incremento de la temperatura afecta el hipotálamo, el cual regula la sensación de temperatura y las emociones, incluyendo la agresión. Las personas con perfiles depresivos o problemas de agresión pueden ver exacerbados estos comportamientos con el calor. Es importante prestar atención al estado de ánimo durante las olas de calor y tomar medidas para prevenir conflictos sociales y afectaciones emocionales.
Para algunas personas que ya tienen un perfil depresivo o problemas de agresión, la temperatura puede desencadenar este tipo de comportamientos. De hecho, hay estudios estadísticos y epidemiológicos que muestran un incremento tanto en eventos depresivos, suicidas e intentos de suicidio, así como en agresiones, cuando la temperatura aumenta en distintas regiones del mundo. Investigaciones más detalladas han encontrado que incluso una alza de un grado puede generar un aumento de hasta el 2 % en los suicidios y hasta el 5 % en la tasa de violencia.
El cambio climático intensifica estos efectos, especialmente en zonas urbanas con poca naturaleza para mitigar el calor. Fausto Quintana Solórzano, de la UNAM, señala que el aumento de temperatura genera estrés e irritación, incrementando la violencia. Investigaciones de la Universidad de Múnich documentan que las temperaturas extremas aumentan la incidencia de conflictos, especialmente en áreas densamente pobladas con baja productividad agrícola.
Con información de UNAM Global
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