El gobierno indio prohibió el viernes varios tipos de plástico de un solo uso en un intento de luchar contra los residuos que inundan los ríos y envenenan la fauna del país, aunque la falta de preparación de los fabricantes y la reticencia de los consumidores son un obstáculo, apuntan los expertos.
¿Vacas paciendo plástico? La imagen es banal en varias ciudades indias. Y los elefantes de los bosques del norte del Estado de Uttarakhand llevan incluso restos en sus excrementos, según revela un estudio
India genera en torno a cuatro millones de toneladas de plástico por año, un tercio del cual no es reciclado y acaba en cursos de agua y vertederos. A menudo se incendian, agravando la contaminación del aire.
La mitad de esos desechos proviene de artículos de uso único. Una realidad con la que quiere terminar la nueva prohibición
Quedan exentos de momento productos como bolsas de plástico por debajo de cierto espesor.
La primera prohibición fue introducida en 2018 por el primer ministro Narendra Modi, y las autoridades han prometido desde entonces reforzar las reglas.
Se han desplegado este viernes inspectores para verificar que se respeta la prohibición, so pena de una multa máxima de 100 mil rupias (mil 209 euros, USD mil 260) o una pena de cárcel de cinco años.
Éxito muy relativo
Cerca de la mitad de las regiones de India han tratado de imponer medidas similares, pero, como lo demuestra el estado de ríos y basureros, el éxito ha sido muy relativo
Las empresas de la industria del plástico, que emplean a millones de personas en el país, objetan que las alternativas son costosas y presionan al gobierno para postergar la prohibición.
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Pintu, que se gana la vida sirviendo jugos de coco a los clientes con una pajita de plástico, está directamente impactado por la decisión del gobierno.
Pasar a las "pajitas de papel, muy costosas, será difícil. Voy a tener que repercutir el coste en los clientes", dice a la AFP en Nueva Delhi
Según los analistas de la sociedad GlobalData, las bebidas en cartón que vienen acompañadas por pajitas de plástico representan 35% de los volúmenes de las bebidas gaseosas, lo que significa que los fabricantes estarán duramente afectados.
"Y la población sensible a los precios no puede pagar la factura de las alternativas ecológicas" asegura Bobby Verghese de GlobalData.
"Dificultades"
Jigish N. Doshi, presidente del grupo industrial Plastindia Foundation, espera que habrá pérdidas de empleo "temporales" pero el problema más grave atañe a las empresas "que invirtieron enormes capitales en máquinas que quizá ya no serán útiles".
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"No es fácil fabricar productos diferentes a partir de máquinas (...) El gobierno podría ayudar al ofrecer algunas subvenciones y ayudar a desarrollar y a comprar productos alternativos" dice Doshi a la AFP.
Para Satish Sinha, del grupo medioambiental Toxics Link, "habrá una resistencia inicial" ya que será difícil hallar productos de reemplazo
"Habrá dificultades, y tendremos que pagar el precio, pero si tomamos en serio el medio ambiente, se trata de un tema importante que requiere un esfuerzo concertado", matiza.
Ecoware, una joven empresa que intenta participar en el cambio, fabrica productos biodegradables desechables en su fábrica ubicada fuera de Delhi
La directora general Rhea Mazumdar Singhal explica a la AFP que precisamente es el lamentable estado de los vertederos y el consumo desenfrenado de plástico lo que la impulsó a crear esta empresa
"Antes tuvimos muchas prohibiciones, pero como ciudadanos somos nosotros los que tenemos el poder", asegura.
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