El fenómeno meteorológico de El Niño debería desaparecer en junio, pero podría ser sustituido por el de La Niña en la segunda mitad del año, informó el jueves una agencia meteorológica del Gobierno de Estados Unidos.
El Centro de Predicción del Clima (CPC) del Servicio Meteorológico Nacional indicó en su previsión mensual que existe un 49% de probabilidades de que se desarrolle el fenómeno de La Niña entre junio y agosto, y un 69% entre julio y septiembre.
Por qué es importante
El ciclo entre los patrones meteorológicos -que pueden generar incendios forestales, ciclones tropicales y sequías prolongadas- es vital para los agricultores de todo el mundo.
En América Latina, han afectado a cultivos como el trigo, la soja y el maíz, perjudicando a economías regionales a menudo muy dependientes de la agricultura.
El año pasado, el clima caluroso y seco en Asia durante El Niño llevó a India, principal proveedor de arroz, a restringir sus exportaciones tras un monzón deficiente, mientras que la producción de trigo en Australia, segundo exportador, se vio afectada. Pero las lluvias torrenciales caídas en algunas zonas de América mejoraron las perspectivas de producción agrícola en Argentina y en las llanuras del sur de Estados Unidos.
Contexto
El patrón meteorológico completo de El Niño, La Niña y una fase neutra suele durar entre dos y siete años.
Los expertos han advertido que las naciones latinoamericanas deben estar en alerta máxima, ya que un cambio rápido a La Niña esta vez podría dejar a las poblaciones y los cultivos poco tiempo para recuperarse.
La oficina meteorológica de Australia declaró el mes pasado que el fenómeno de El Niño había terminado.
"Es probable que La Niña afecte a la producción de trigo y maíz en Estados Unidos, y de soja, cebada, trigo y maíz en Latinoamérica, incluidos Brasil, Argentina y Uruguay", dijo Sabrin Chowdhury, jefe de materias primas de BMI.
"El fenómeno meteorológico se asocia a sequías de larga duración en toda la región de las Américas, lo que provocará una mala calidad de las cosechas y un descenso de los rendimientos promedios, agravando aún más los problemas de abastecimiento mundial"