Más de mil 300 incendios forestales se han producido en menos de un mes en Ecuador por la peor sequía en seis décadas, que ha derivado en apagones durante este año y llevado a declarar en alerta roja a 15 de las 24 provincias, informaron el jueves autoridades.
Entre el 23 de agosto y el 18 de septiembre "se han registrado mil 337 incendios forestales en Ecuador, en 21 provincias", señaló la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) en un comunicado.
El fuego ha consumido 23 mil 452 hectáreas de vegetación durante ese periodo, agregó. Hay 12 incendios activos en el país.
De acuerdo con el organismo, Ecuador enfrenta una "crisis del agua" marcada por la prolongada ausencia de lluvias. Las precipitaciones han bajado en 90% de lo normal en la sierra andina, la más afectada por los incendios.
"La escasez de lluvias ha agravado el déficit hídrico en varias regiones, disminuyendo la disponibilidad de agua para combatir los incendios", indicó.
Ante la sequía, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional se instaló el jueves en sesión permanente y declaró en alerta roja a dos tercios de las provincias ecuatorianas.
"Hemos declarado la alerta roja por el déficit hídrico en 15 provincias" de la costa, sierra y la Amazonia, dijo a la prensa en Quito Inés María Manzano, presidenta del COE y ministra del Ambiente.
Entre las provincias en alerta roja, medida que permite la priorización de recursos para enfrentar la emergencia, figuran la andina Pichincha (cuya capital es Quito) y fronterizas con Colombia (Carchi, norte) y Perú (Loja, El Oro y Zamora Chinchipe, sur).
El estiaje también ha causado problemas en la producción agrícola, el suministro de agua potable y en la generación hidroeléctrica, por lo que el gobierno del presidente Daniel Noboa anunció nuevos apagones entre lunes y jueves próximos, que se darán por sectores entre las 22:00 y 06:00 locales (03:00 y 11:00 GMT).
La noche del miércoles, Ecuador suspendió el servicio eléctrico por hasta seis horas en ese mismo horario para dar mantenimiento al sistema de transmisión.
La sequía prolongada, los fuertes vientos de verano y las altas temperaturas, que alcanzan hasta los 33ºC, dificultan a los bomberos combatir los incendios, especialmente en las zonas montañosas. Las autoridades denuncian que varios eventos han sido provocados por personas.
Desde enero, unas 35 mil hectáreas de vegetación han sido consumidos en el país por el fuego, que además dejan once heridos y unos 45 mil animales de granja muertos.
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