En 2018 el Senado de la República declaró el 1 de febrero como el Día Nacional del Axolote Mexicano, esto con el fin de difundir la importancia de esta especie en nuestros ecosistemas, de la cultura y gran diversidad de México y de hacer conciencia sobre el peligro en extinción en el que se encuentra.
El axolote es originario y endémico de los lagos del Valle de México y sobrevive en el lago de Xochimilco, fue llamado por los antiguos mexicanos axolotl (del náhuatl, “monstruo de agua”) y conserva características milenarias de las salamandras, pero es más cercano a ranas y sapos.
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El axolote posee cualidades que lo hacen ser extraordinario, ya que alcanza la madurez sexual sin cambiar su forma larvaria y, posee la capacidad de regenerar miembros perdidos, e incluso puede regenerar parte de su cerebro y corazón.
El axolote mexicano conserva su aleta dorsal de renacuajo que se extiende casi por todo su cuerpo que puede llegar a medir hasta 30 centímetros de longitud, y sus branquias externas en forma de plumas sobresalen de la parte trasera de su cabeza.
En peligro de extinción
Esta especie endémica de México está en peligro de extinción a causa de la destrucción paulatina que ha sufrido su hábitat natural: el humedal de Xochimilco.
Según la Fundación UNAM “El axolote se está extinguiendo más rápido de lo que se pensaba. Aunque se han establecido refugios para esta especie en Xochimilco y la gente de las chinampas participa en su rescate, no es suficiente. Por ello, se tuvieron que pensar alternativas, una de ellas consiste en establecer albergues fuera de su hábitat natural”.
En 1998, en el lago de Xochimilco existían seis mil axolotes por kilómetro cuadrado, de acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). En 2014, el Instituto de Biología (IB) de la UNAM realizó un nuevo análisis y detectó 35 anfibios de esta especie por kilómetro cuadrado.
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Para la conservación del ajolote, la UNAM ha impulsado el proyecto Chinampa Refugio, cuyo objetivo es el rescate del anfibio. Así, dentro de esas áreas se abren zanjas, se ponen compuertas, se rehabilita y reproduce el ecosistema original del axolote.