Cada primer viernes de junio, el mundo se une para celebrar una delicia que ha trascendido fronteras y generaciones: el Día de la Dona. Esta festividad, dedicada a uno de los postres más amados, no solo resalta la popularidad de las donas, sino también su impacto cultural y social a lo largo de los años.
La historia del Día de la Dona se remonta a la Primera Guerra Mundial. Durante el conflicto, las mujeres voluntarias del Salvation Army distribuyeron donas a los soldados en el frente de batalla en Europa, ofreciendo un pedacito de hogar y consuelo en medio del caos.
Estas mujeres, conocidas como "Donut Lassies", freían donas en los cascos de los soldados y las servían como un gesto de apoyo y amor. El gesto se convirtió en una tradición y, eventualmente, en 1938, el Salvation Army instauró el Día Nacional de la Dona en Estados Unidos para honrar su labor y levantar el ánimo de la nación durante la Gran Depresión.
En la actualidad el Día de la Dona se celebra en muchos países. Las panaderías y cadenas de donas ofrecen promociones especiales, donas gratuitas y eventos temáticos que atraen a multitudes. Es una oportunidad perfecta para que los amantes de las donas prueben nuevos sabores y para que las familias y amigos se reúnan y disfruten de este delicioso manjar.
En ciudades como Nueva York, Los Ángeles y Chicago, las filas para conseguir una dona gratis pueden llegar a ser considerablemente largas, pero el espíritu festivo y la anticipación hacen que valga la pena la espera. Algunas panaderías aprovechan la ocasión para innovar, presentando donas gourmet con ingredientes exóticos y decoraciones creativas, transformando el clásico postre en una obra de arte comestible.
El Día de la Dona no solo trata de disfrutar del pan; también es una oportunidad para la filantropía y el apoyo comunitario. Muchas empresas donan una parte de sus ganancias a organizaciones benéficas y organizan eventos para recaudar fondos para diversas causas. En este sentido, la celebración se alinea con el espíritu original del Día de la Dona, recordándonos la importancia de la solidaridad y el apoyo mutuo.
Las donas han sido inmortalizadas en la cultura popular a través de series de televisión, películas y literatura. ¿Quién puede olvidar a Homero Simpson y su amor por las donas rosas con chispas? Este ícono culinario ha sido un símbolo de placer, recordándonos que a veces, los pequeños placeres de la vida pueden tener un gran impacto.
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