El Miércoles de Ceniza es un día de oración y ayuno, marca el inicio de la cuaresma, el periodo de penitencia antes de la Pascua, que se celebra exactamente 40 días antes del Domingo de Ramos.
El ritual consiste en imponer una pequeña cruz de ceniza en la frente de los fieles o dejar caer la ceniza en sus cabezas con tres significados principales: como signo de la caducidad y mortalidad como humanos, como señal de conversión que es lo ideal durante toda la cuaresma y como signo de penitencia.
Pero, ¿de qué están hechas las cenizas?
Las cenizas se obtienen de la incineración de los ramos bendecidos en el Domingo de Ramos del año litúrgico anterior, se rocían con agua bendita mientras el sacerdote pronuncia una breve oración para bendecirlas y son aromatizadas con incienso
El Miércoles de Ceniza no es un día precepto, es decir la imposición de ceniza no es obligatoria para los católicos.
Los griegos, egipcios, judíos, árabes, entre otros pueblos de Oriente acostumbraban cubrirse la cabeza de ceniza en señal de luto o duelo.
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La ceniza simboliza la muerte, la conciencia de la nada y la vanidad, la nulidad de las criaturas frente a su Creador, de allí las palabras de Abraham pronunciadas en el Génesis:
Aunque soy polvo y ceniza me atrevo a hablar a mi Señor
