Con amor, cuidados, respeto y libertad terminarán sus días 88 caballos que fueron rescatados de una vida de maltrato y explotación por la asociación Cuacolandia, que funciona en Puebla.
La asociación tiene como meta rescatar, rehabilitar e integrar a los equinos que pasaron buena parte de su vida tirando de carrozas turísticas y de trabajo o que pasaron años en carreras clandestinas o fueron usados para carga o transporte en condiciones precarias.
Desde hace un año esta asociación recibe cuadrúpedos decomisados por la autoridad federal a sus dueños al considerar que eran objeto de maltrato, sometidos a largas jornadas de trabajo de más de 10 horas continúas y que en muchas ocasiones eran alimentados con basura.
Disfruta la experiencia multimedia de nuestra app ¡suscríbete ya!
Elena Larrea, Fundadora de Cuacolandia, compartió con Efe la necesidad de tener abiertos espacios para rescatar a todas las especies animales maltratadas, debido a que aún el humano los sigue viendo cómo objetos que pueden resolver sus necesidades o para ganar dinero, sin importar si el animal sufre o no.
Este proyecto tiene tres años aunque solo fue implementado hace uno con la idea de que cada caballo viva con dignidad los años que le queden, ya que algunos llegan al refugio en edades avanzadas y lo único que conocen es el trabajo o la ciudad, explicó.
Reveló que el primer paso y el más importante es que sean resguardados por la autoridad porque ellos cómo asociación civil no cuentan con la facultad de hacerlo.
Posteriormente, se notifica a todos cuantos puedan involucrarse en su cuidado a fin de que se analicen las necesidades del equino y ver cuál es el programa de ayuda que necesita.
Actualízate con nuestra información en Telegram
Una vez que es aceptado, el caballo tiene que pasar por un periodo de cuarentena en el cual se revisa tanto su comportamiento como el tipo de heridas y el grado de desnutrición que presenta a fin de comenzar a rehabilitarlos.
Con el paso de los días, ya bajo la protección de Cuacolandia, los equinos comienzan a sentir “la vida salvaje”, es decir a conocer el pasto para aprender a alimentarse por sí solos así como a convivir con otros caballos.
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!
“Pasan por un período de cuarentena cuando recién llegan los caballos”, señala la fundadora al explicar que lo primero es observar ciertos requerimientos para ver que no tengan algo que pueda contagiar a otros equinos.
“Muchos de ellos no están acostumbrados al pasto, ni a la libertad, ni siquiera han probado una zanahoria en su vida, les dan de comer plástico y basura en la calle, entonces, obviamente si les das pasto y forraje no saben bien que es”, explicó.
Te recomendamos↓