Casi ocho millones de personas en Alemania consumen demasiado alcohol y muchas de ellas lo hacen también en el trabajo, revelan investigaciones recientes.
La Central Alemana de Problemas de Adicción (DHS por sus siglas en alemán) de la ciudad de Hamm advirtió de esta situación con motivo de la semana de acción en todo el país "Sin alcohol en el lugar de trabajo" que se celebrará a partir del 18 de mayo.
De acuerdo con este relevamiento, debe asumirse que hasta el 10 por ciento de los empleados alemanes -en todos los rubros y diversos niveles de jerarquías- consumen alcohol en cantidades problemáticas.
Quien bebe demasiado alcohol tiene a largo plazo mayores riesgos de padecer cáncer y enfermedades hepáticas o cardiovasculares, alertó el subsecretario general de DHS Peter Raiser.
Las empresas donde se desempeñan empleados con problemas con el alcohol pueden sufrir mermas en su rendimiento y producción, a la vez que aumenta el riesgo de accidentes y los colegas tienen que compensar ausencias más frecuentemente, añadió.
Los costos para la sociedad en su conjunto son elevados, advirtió la Central Alemana de Problemas de Adicción, apuntando a los costos en el sistema de salud.