Si eres de las personas que tienen dificultades para dormir debido a las bajas temperaturas, aquí te diremos qué hacer para que logres tener un buen sueño a pesar del frío.

Es importante que a la hora de dormir se tenga una temperatura corporal estable para no afectar la calidad y duración del sueño.

Según un estudio de la Universidad de Sevilla, España, si la temperatura se encuentra baja o en una tendencia de descenso, se tendrá una mayor facilidad para conciliar el sueño y poder quedarse dormido.

Para que una persona mantenga una buena temperatura corporal al dormir, se debe hacer uso de cobijas o edredones que mantengan el cuerpo en una buena temperatura. También se debe hacer uso de ropa abrigadora a la hora de dormir y que no corte la circulación y la oxigenación.

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También, es importante tener una buena temperatura en la habitación en la que se duerme, ya que si la temperatura es muy alta el sueño se verá alterado y se podrían producir sudoraciones nocturnas, mientras que si la temperatura es muy baja el cuerpo tardará más tiempo en conciliar el sueño y podrían producirse temblores corporales.

La temperatura ideal para poder tener una buena calidad de sueño es entre 18 y 21 grados, ya que con esta temperatura se alcanazan mejores niveles de sueño y sueño profundo.