Se aproxima otra tormenta solar ¿Habrá más auroras boreales?

Una tormenta geomagnética provocó que en algunos países como Australia, Estados Unidos y México se observaran auroras boreales

Héctor Román / El Sol de Zacatecas

  · viernes 31 de mayo de 2024

La mancha solar AR 3664 que fue la que provocó las auroras boreales hace unos días / Dannae Villa / Cuartoscuro.com

Hace apenas unos días una tormenta geomagnética provocó en algunos países como Australia, Estados Unidos, Canadá, Sudáfrica y México, un tipo de auroras boreales a latitudes tan bajas que pudieron verse en lugares en los que no es común ver este tipo de fenómenos.

Ahora, una eyección de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés), asociada con la llamarada solar de clase X1.4, originada en la región de manchas solares 3697, provocará una tormenta geomagnética de tipo G2 en la tarde del 31 de mayo y durante la madrugada del 1 de junio (UTC).

Sabiendo que la mancha solar AR 3664 que fue la que provocó las auroras boreales hace unos días, se ha convertido en la AR 3697 ha vuelto a aparecer, pero con una intensidad mucho menor.

La mancha solar se redujo en tamaño, pero continúa siendo una amenaza con posibilidades de provocar llamaradas de Clase X, en dirección a la Tierra.

Por lo anterior, se espera otra tormenta geomagnética la noche de transición del 31 de mayo al 1 de junio, como la intensidad no están alta como la anterior no hay previsiones de que se puedan generar u observar auroras boreales.

¿Qué son las tormentas geomagnéticas?

Las tormentas geomagnéticas de tipo G2 son eventos espaciales que ocurren cuando el campo magnético de la Tierra es perturbado por la interacción con una eyección de masa coronal (CME) del Sol. Estas tormentas son clasificadas en una escala de G1 a G5, donde G2 indica una tormenta moderada.

Efectos en las comunicaciones: Pueden causar interferencias menores en las comunicaciones de radio de alta frecuencia y en las señales de navegación por satélite (GPS).

Auroras: Pueden producir auroras visibles en latitudes más bajas de lo habitual, llegando a ser visibles en regiones como el norte de Estados Unidos o Europa.

Efectos en sistemas eléctricos: Pueden inducir corrientes geomagnéticas en los sistemas de transmisión de energía, causando fluctuaciones en las redes eléctricas y en casos raros, apagones.

Efectos en satélites: Pueden aumentar el arrastre atmosférico sobre los satélites en órbitas bajas, lo que puede afectar su funcionamiento y posicionamiento.

Impacto en las operaciones espaciales: Las tormentas G2 pueden afectar a los astronautas y a las misiones espaciales, requiriendo medidas de protección adicionales.

Estas tormentas son importantes de monitorear y prever debido a su potencial de afectar diversas tecnologías y sistemas en la Tierra y en el espacio.

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