La exposición a campos electromagnéticos de alta frecuencia en el trabajo no se correlaciona con un mayor riesgo de tumores cerebrales, según un estudio realizado por ISGlobal, una institución respaldada por la Fundación 'La Caixa'.
Los campos electromagnéticos de alta frecuencia son una forma de radiación no ionizante y comprenden frecuencias intermedias (3kHz-10MHz) y radiofrecuencia (10MHz-300 GHz). Con base en pruebas epidemiológicas y animales limitadas, estas radiaciones fueron declaradas por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2011 como carcinogénicas para las personas, si bien pocos estudios han proporcionado evidencia adicional con respecto a la exposición en el trabajo.
En este sentido, los expertos desarrollaron una 'matriz de exposición de origen' basada en mediciones recogidas de la literatura para fuentes de campos electromagnéticos informadas por los participantes en el estudio. Con esta herramienta y datos individuales detallados, estimaron la exposición individual a RF e IF en el trabajo y analizaron la posible asociación con el riesgo de glioma o meningioma, dos de los tumores cerebrales más frecuentes en adultos.
Así, el estudio 'Interocc', realizado bajo el paraguas de Interphone y respaldado por el proyecto europeo 'Geronimo', analizó 2.054 casos de glioma, 1.924 casos de meningioma y 5.601 controles de siete países. Los sectores ocupacionales que involucraron exposición a campos electromagnéticos incluyeron trabajar con radares o cerca de ellos, antenas de telecomunicaciones, diagnóstico y tratamiento médico y hornos de secado de microondas, entre otros.
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A pesar de las mejoras en la estimación de la exposición, este gran estudio de casos y controles no proporcionó pruebas claras de una asociación positiva entre la exposición acumulada de CEM de alta frecuencia y el riesgo de glioma o meningioma. Sin embargo, el número de participantes expuestos fue pequeño, puesto que solo el 10 por ciento de los participantes estuvo expuesto a radiofrecuencias y menos del uno por ciento se expuso a frecuencias intermedias, lo que limitó el poder estadístico para encontrar asociaciones claras, si es que existen.
"Nuestro enfoque de evaluación de la exposición individualizada es una mejora importante sobre los esfuerzos anteriores para evaluar los riesgos de exposición a las EMF de alta frecuencia. Aunque no encontramos una asociación positiva, el hecho de que hayamos observado una indicación de un aumento del riesgo en el grupo con la exposición a radiofrecuencia más reciente merece una mayor investigación. También necesitamos investigar posibles interacciones con otras frecuencias y con productos químicos", han zanjado los expertos.
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