Durante septiembre del 2020 astrónomos de la NASA descubrieron un extraño objeto espacial que se acercaba rápidamente a la Tierra, poco después nombraron al objeto como “2020 SO”, ahora meses después la Tierra perderá para siempre su “mini luna”.
Fue en noviembre del 2020 cuando el objeto se deslizó hacia la esfera de dominio gravitacional del globo terráqueo, para convertirse en una mini luna.
Los modelos de órbita mostraron rápidamente que tanto la baja velocidad como la trayectoria del objeto que se aproximaba en septiembre del año pasado eran inusuales. Las proyecciones mostraron que la Tierra capturaría este extraño cuerpo celeste, temporalmente, como una nueva mini luna. Y eso es lo que pasó. 2020 SO orbitó la Tierra desde el 8 de noviembre y en febrero dirá adiós para siempre.
Tras un análisis más detallado de su movimiento, y una aproximación muy cercana del objeto (sólo 30 mil millas, 50 mil km o 0,13 distancias lunares) el 1 de diciembre, la NASA pudo confirmar que se trata de una reliquia de la era espacial temprana, un propulsor de cohetes de etapa superior Centauro, una vez llamado el caballo de batalla de Estados Unidos en el espacio. Ahora 2020 SO está a punto de hacer una aproximación más cercana a la Tierra este martes 2 de febrero de 2021. Pasará más lejos esta vez, pero aún dentro de 0,58 distancias lunares (140 mil millas, o 220 mil km). Posteriormente, en marzo, la gravedad de nuestro planeta abandonará su control sobre el objeto, por lo cual ya no será una mini luna para la Tierra. En cambio, estará orbitando alrededor del Sol.
La confirmación de que SO 2020 era de hecho un cohete propulsor de objetos perdidos y encontrados provino de los datos recopilados en la Instalación del Telescopio Infrarrojo de la NASA en Maunakea, Hawái, y de los análisis orbitales realizados en el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) en el Jet de la NASA, laboratorio de propulsión en Pasadena, California. Este cohete en particular lanzó la desafortunada nave espacial Surveyor 2 hacia la luna en 1966.
A diferencia de algunos propulsores de cohetes de hoy (que regresan a la Tierra y aterrizan en barcos en el mar), el propulsor de cohetes de Surveyor 2 permaneció en el espacio y se perdió. Parece haber sido empujado de su trayectoria original por una pequeña pero continua presión de la luz solar.
La NASA explicó cómo la radiación del Sol hizo que el objeto cambiara su trayectoria: “La presión que ejerce la luz solar es pequeña pero continua, y tiene mayor efecto en un objeto hueco que en uno sólido. Un cohete gastado es esencialmente un tubo vacío y, por lo tanto, es un objeto de baja densidad con una gran superficie. Así que será empujado por la presión de la radiación solar más que un macizo de roca sólida y de alta densidad, al igual que una lata de refresco vacía será empujada por el viento más que una piedra pequeña”.
Te recomendamos↓